La carrera demócrata en Estados Unidos entró este domingo en una fase decisiva con todas las miradas centradas en el supermartes, una mega jornada electoral que repartirá el 34% de los apoyos para lograr la candidatura del partido y a la que el senador progresista Bernie Sanders llega como gran favorito. Las pocas perspectivas de arañar delegados que tenía el exalcalde Pete Buttigieg contribuyeron a su decisión de poner fin a su campaña este domingo, un anuncio que llegó por sorpresa y que promete beneficiar a Biden. Tras la rotunda victoria de Joe Biden en las primarias de este sábado en Carolina del Sur, la gran pregunta en EE.UU. es si el exvicepresidente será capaz de traducir ese triunfo en un impulso notable en los catorce estados que votan este martes 3 de marzo, y que en su mayoría se inclinan a favor de Sanders. "Creo que nos va a ir mejor de lo que la gente cree", dijo Biden en una entrevista este domingo con la cadena CNN.

El llamado supermartes siempre ha sido una fecha crucial para consolidar o derrumbar campañas y para aportar claridad al rumbo de las primarias, pero este año ha cobrado todavía más peso por incluir entre los estados que votan a California, el territorio más poblado del país y de fuerte mayoría demócrata. Junto a California, votarán otros estados importantes por su población y peso en las elecciones generales de noviembre como Texas, Colorado, Carolina del Norte y Virginia; además de Alabama, Arkansas, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y el territorio de la Samoa Estadounidense.

Sanders parte como favorito en las encuestas en al menos ocho de esos estados, incluidos los grandes premios de California y Texas, además de en otros importantes del oeste como Colorado y Utah. "Cuando lleguemos a Colorado, a California y a Texas, allí hay un montón de latinos, y a todos les encanta Bernie Sanders", afirmó este domingo un asesor del senador, Chuck Rocha, a la cadena CNN.

Biden reconoció este domingo que no tiene tanta infraestructura en los estados que votan el supermartes porque "no tenía dinero" suficiente y porque centró sus recursos en Carolina del Sur, pero confió en llevarse su parte de delegados en esa fecha y en el éxito de su estrategia a largo plazo.

El gran interrogante del supermartes girará en torno a la entrada en juego del magnate Mike Bloomberg, que se sumó tarde a la contienda demócrata y decidió no competir en los cuatro primeros estados en votar. El exalcalde de Nueva York, una de las personas más ricas del mundo, ha inundado de anuncios las cadenas de televisión y se ha ofrecido a gastar hasta 1.000 millones de dólares de su fortuna.