Caracas/Madrid - El líder opositor Juan Guaidó protagonizó un tumultuoso regreso a Venezuela en el que fue agredido por un nutrido grupo de chavistas en el aeropuerto de Caracas, sin que esto impidiera que horas más tarde hiciera un llamamiento a retomar las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro. "Los mecanismos de presión van a aumentar. Por polémicos que sean van a seguir aumentando", dijo el dirigente de la oposición frente a decenas de diputados que le reconocen como presidente del Parlamento, dos horas después de llegar a Venezuela tras una gira internacional de 23 días. Guaidó pidió a los venezolanos no acostumbrarse a la "dictadura" de Maduro, y en ese sentido los instó a retomar las protestas callejeras contra el Ejecutivo que en años pasados se han tornado violentas y han dejado decenas de muertos. Para ello, explicó, es necesaria "la unión" de todos los dirigentes políticos y que sectores como los gremios o los estudiantes rechacen en las calles las consecuencias de la crisis que vive el país sudamericano. "Tenemos que hacernos sentir en todos los espacios (...) Ese es el factor determinante para lograr la victoria", afirmó.

Grupos de simpatizantes del chavismo, alguno s identificados como trabajadores de la aerolínea estatal Conviasa, sancionada recientemente por el Gobierno de Donald Trump, y otros, la mayoría, con camisetas del oficialista PSUV o del fallecido presidente Hugo Chávez, se concentraron horas antes en la puerta de llegada de la terminal y gritaron consignas contra Guaidó. Con frases como "Guaidó, fascista proimperialista" o "Fuera la derecha, la patria se respeta", los simpatizantes de Maduro abarrotaron los espacios de la terminal e incluso se enfrentaron con los diputados opositores presentes. Algunos mostraron carteles donde podían leerse los mensajes "Guaidó, maldito 'jalabola' (adulador) de los gringos".

El político era esperado en la terminal aérea por un nutrido grupo de personas que comenzó a insultar y a empujar contra Guaidó, que era rodeado por seguidores y miembros de su seguridad que no lograron impedir que fuera agredido ni el lanzamiento de algún objeto que golpeó también a su esposa, Fabiana Rosales, así como a varios diputados opositores que acudieron a recibirle.

Más tarde, desde el acomodado sector caraqueño de Chacao, Guaidó recriminó las agresiones que sufrió por parte de "grupos irregulares" y "con la mirada cómplice de organismos del Estado", según dijo.

Sánchez le llama líder opositor Mientras, en Madrid y durante una interpelación de la oposición sobre el encuentro entre el ministro José Luis Ábalos y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el presidente español, Pedro Sánchez, denominaba a Guaidó como "líder de la oposición" lo que indignó al PP y a Ciudadanos mientras que el ultraderechista Vox solicitaba la dimisión de Sánchez.

El propio Guaidó afeaba a la oposición española reiterando desde Caracas que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lo reconoce como mandatario encargado del país y recordó que fue el primero de Europa en respaldarle en ese cargo. Sánchez "fue el primero que me reconoció como presidente y lo ratificó en un tuit hace minutos el partido al cual representa", dijo Guaidó al ser consultado sobre la polémica suscitada por una declaración del presidente del Gobierno español en la que lo llamó "líder opositor" durante la primera sesión de control al Gobierno de la legislatura en el Congreso de los Diputados. Frente a un grupo de periodistas y antes de iniciar una sesión callejera de la Asamblea Nacional (Parlamento) en Caracas, Guaidó dio por superada la cuestión y se dijo feliz "de tener el respaldo diplomático" de España y de los casi 50 países que lo reconocen como mandatario interino de Venezuela.

El también jefe del Parlamento adelantó que sostendrá mañana viernes un encuentro con la prensa para dar a conocer detalles sobre la gira internacional de 23 días de la que volvió el martes y que lo llevó a Colombia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido y España. - Efe