Sanghaí/Manila -Mientras las autoridades chinas siguen tomando medidas para frenar el contagio del coronavirus - como ordenar el cierre de carreteras y restricciones de movimiento en la ciudad de Wenzhou, entre otras-, se confirmaba ayer el primer fallecimiento por la epidemia que se produce fuera de las fronteras de China donde, a día de hoy, ha dejado 304 fallecidos (45 más que el sábado) y 14.380 infectados (2.590 más que la víspera).

El temor ahora es que millones de chinos retornan hoy a sus puestos de trabajo tras el final de las vacaciones de fin de año, una situación que ha puesto al Gobierno chino en guardia máxima, por lo que las medidas de control en estaciones de tren, aeropuertos y carreteras de acceso a las grandes ciudades se han multiplicado.

En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada. Con esto el Gobierno ha conseguido que el regreso a las grandes urbes, donde trabajan millones de personas procedentes de la China rural, sea más escalonado.

Desde el estallido de la crisis y especialmente en los últimos días, las estaciones de ferrocarril, aeropuertos y autopistas se han volcado en llevar a cabo medidas de control de viajeros como la toma de temperatura. Según el informe diario de la Comisión Nacional de Sanidad, un total de 85 personas se curaron en las últimas horas y fueron dadas de alta, por lo que el número de personas que han superado la enfermedad asciende a 328.

Todas las muertes registradas en las últimas 24 horas corresponden a la provincia de Hubei, donde está previsto que hoy se abra en la ciudad de Wuhan el primero de los dos grandes hospitales que se han construido en menos de dos semanas para paliar la crisis.

Enterramientos prohibidos Otra de las medidas adoptada por el gobierno chino es que los muertos por el coronavirus no podrán ser enterrados donde quieran sus familiares ni tampoco tener una ceremonia de despedida, un estricto protocolo para el tratamiento de los cadáveres, como parte de sus esfuerzos por controlar el brote.

Los restos de los fallecidos infectados deberán ser incinerados en una funeraria designada y cerca de donde están, no serán transportados entre diferentes regiones y no serán preservados por entierro u otros medios, apunta la Comisión Nacional de Salud, el Ministerio de Asuntos Civiles y el Ministro de Seguridad Pública.

Las tradiciones funerarias como una ceremonia de despedida están prohibidas y los cuerpos deberán ser desinfectados y colocados en una bolsa sellada por trabajadores médicos y no se podrán abrir después del sellado.

Las funerarias deberán enviar personal y vehículos especiales para entregar los cuerpos de acuerdo con la ruta designada, y los cuerpos deben ser incinerados en crematorios designados, subrayó la directriz. Hasta ahora todos los fallecidos se habían producido en China pero ayer se confirmó que un hombre de nacionalidad china falleció a causa de una neumonía provocada por el coronavirus en Filipinas.

La víctima, de 44 años, ingresó en el Hospital San Lázaro de Manila el 25 de enero con fiebre, tos y dolor de garganta y falleció el sábado, según un comunicado emitido por el Departamento de Salud filipino.

Aunque la muerte se produjo en suelo filipino, las autoridades sanitarias subrayaron que el contagio no es local, sino que el hombre adquirió el coronavirus en China.

El fallecido era la pareja de una mujer china de 38 años que hasta ahora había sido la única persona contagiada de coronavirus 2019-nCoV en Filipinas, aunque ya no presenta síntomas, al tiempo que hay otros cuatro casos sospechosos.

Horas antes de que se confirmara esta muerte, el Gobierno anunció que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, había ordenado la prohibición de todos los viajeros desde la China, incluidas Hong Kong y Macao, después de vetar el viernes solo aquellos procedentes desde la provincia de Hubei, de la que Wuhan es la capital.

"Con la seguridad y salud de nuestro país y sus ciudadanos como consideración primordial, y siguiendo los consejos del Departamento de Salud después de que el virus haya alcanzado todas las provincias de China, el presidente ha adoptado esa medida", informó en un comunicado el portavoz presidencial, Salvador Panelo.

La prohibición es temporal y afecta a ciudadanos de cualquier nacionalidad, excepto a filipinos o extranjeros con permiso de residencia permanente en Filipinas, quienes deberán someterse a una cuarentena obligatoria de 14 días.

Controles Asimismo, las autoridades de varios países en el Sudeste Asiático han incrementado los controles para frenar la expansión del coronavirus, que ya ha causado 19 contagios en Tailandia, 18 en Singapur, 8 en Malasia, 6 en Vietnam y uno en Camboya.

Singapur ha tomado medidas similares a Filipinas, al prohibir provisionalmente la entrada a los viajeros desde China, excepto a sus nacionales o los que tengan residencia permanente en la ciudad-Estado, y cancelar temporalmente los vuelos desde y hacia el gigante asiático.

Las autoridades vietnamitas también han suspendido provisionalmente los vuelos a territorio chino y los visados para ciudadanos chinos de las zonas afectadas, medida esta también adoptada por Malasia.

Laos ha cerrado la frontera con China en el Triángulo de Oro y la aerolínea Lao Airlines ha interrumpido sus vuelos a tres provincias chinas de forma temporal debido a la epidemia. Ayer, Indonesia fue el último país en anunciar la cancelación de los vuelos hacia y desde China, excepto Hong Kong y Macao, de manera temporal a partir del 5 de febrero, y recibió a 245 de sus ciudadanos repatriados de Hubei, a los que mantendrá en cuarentena durante 14 días.

Pese a las cancelaciones de vuelos a China por parte de países en Asia, Europa y Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha opuesto a que se apliquen restricciones de viaje o comercio a pesar de establecer una "emergencia mundial".