BRUSELAS. La Presidencia finlandesa del Consejo de la UE ha filtrado a las capitales las cifras de su propuesta para el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 (MFP). Un plan presupuestario que reduce las aspiraciones de la Comisión hasta el 1,07% del PNB de financiación y confirma el amplio recorte para los fondos de cohesión. Aunque esta caja de negociación no es definitiva y la próxima cumbre europea será el frente de batalla para las distintas aspiraciones de los Estados miembros.

Decisión salomónica de la Presidencia finlandesa del Consejo de la UE. Ni la propuesta de la Comisión ni la de los contribuyentes netos -o Frugal Five, como se les conoce entre la prensa anglosajona- ha sido la presentada finalmente en la caja de negociación acordada el pasado mes de octubre. Helsinki propone un Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2021-2027 que se financie a través del 1,07% del Producto Nacional Bruto (PNB) de los Estados miembros, lo que se traduce en 1,087 billones de euros para los próximos siete años. La propuesta, muy alejada del 1,3% que sugería el Parlamento Europeo, se sitúa en el término medio entre el plan proyectado por la antigua Comisión Juncker, que apostaba por un MFP equivalente al 1,11% del PNB, y los denominados como Frugal Five o Cinco Austeros - Alemania, Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria- que se plantaron en el 1%. España, por su parte, se alineó con los postulados del anterior Ejecutivo comunitario, lo que ya suponía un recorte con respecto al anterior MFP, que se situaba en el 1,16%.

Las cifras presentadas por Finlandia supondrían un recorte aproximado de 40.000 millones de euros con el plan original del excomisario Gunther Oettinger, un recorte que se cebará especialmente con la partida de fondos de cohesión, que en la propuesta finlandesa baja hasta el 29,7%. Un recorte que es especialmente sensible para Estados miembros como España o el bloque del Este y que prevé una cumbre europea de diciembre, cuanto menos, complicada.

De esta manera, el dinero destinado a los fondos de cohesión se reduciría en algo más de 2.000 millones de euros -sin tener en cuenta la inflación, que no haría sino aumentar la diferencia- precisamente en un momento en que la despoblación y el desarrollo de las regiones más deprimidas de la UE se coloca en el centro de la agenda política. Aunque aún mayor sería el recorte para la Política Agraria Común (PAC), a la que se destinaría según esta hoja de ruta un 30,7% del presupuesto, lo que se traduce en 40.000 millones de euros menos para los agricultores europeos que en el anterior ciclo presupuestario. Una reducción que sitúa a la PAC en menos de un tercio, ilustrando un cambio de modelo productivo que comienza a consumarse en Europa y en el que las inversiones comunitarias irán destinadas a “seguridad, migración, investigación e innovación”.

Para pagar el Brexit

La salida del Reino Unido causa una mella en las cuentas del bloque comunitario que algunos de los países, especialmente los contribuyentes netos - quienes aportan más que reciben-, no quieren asumir. La Comisión Europea por su parte, ha calificado la propuesta finlandesa como “un importante paso” aunque espera que la cifra final se aproxime más a sus postulados. Mientras tanto, el equipo de Ursula Von der Leyen asegura que seguirá “analizando los datos”.

La próxima semana los Estados miembros tratarán de acercar posturas en una discusión que ya se ha prolongado durante el último año pero que, bajo ninguna circunstancia, podrá resolverse antes de que finalice el año, uno de los últimos deseos que expresó Oettinger antes de abandonar el cargo.