MADRID. La cumbre mundial del clima o COP25, que se extenderá hasta el 13 de diciembre, arrancó ayer en Madrid con una ceremonia inaugural en la que destacaron las intervenciones del secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Hoesung Lee. El surcoreano Hoesung Lee, presidente del panel de expertos que asesora a la ONU en materia de cambio climático, aseguró que la crisis climática es “real” y lamentó lo lejos que está la comunidad internacional para combatirla. “No estamos haciendo lo suficiente; ni nos acercamos”, señaló Lee, quien urgía a los países a dar pasos más ambiciosos para evitar “la desconexión” entre lo que vaticina la ciencia y lo que deciden los Gobiernos. Hoesung Lee recordó los tres informes elaborados por el IPCC que advierten de que “los impactos del cambio climático son mucho más graves de lo que pensábamos”.

El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió ayer a todos los países a tener más “ambición” para recortar las emisiones contaminantes en un “momento crítico” para combatir el cambio climático. En su intervención, Guterres afirmó que hace falta tomar “ya” decisiones importantes para limitar las emisiones causantes del efecto invernadero. También advirtió de que los indicios del cambio climático son “inconfundibles”, como que los últimos cinco años fueron los más cálidos a nivel global desde que hay registros o que la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó un récord histórico, según divulgó la pasada semana la Organización Meteorológica Internacional.

Pero también afirmó que “todos los principales emisores deben hacer más”, en una aparente alusión a países como Estados Unidos, China y la India, tanto por su responsabilidad en las emisiones globales como porque han enviado a esta cumbre de Madrid a delegaciones de segundo nivel. “Sin el compromiso pleno de los grandes emisores todos nuestros esfuerzos quedarán completamente socavados”, recalcó Guterres. El secretario general de Naciones Unidas aseguró además que le resulta muy frustrante “el lento ritmo de cambio”, más aún cuanto que la mayoría de las herramientas y tecnologías para combatir el cambio climático “ya están disponibles”.

Cambio “rápido y profundo”

Por ello, recalcó que “necesitamos un cambio rápido y profundo” en la forma en que la Humanidad hace negocios, genera energía, construye ciudades, se mueve y se alimenta, eliminando “nuestra adicción” al carbono. “Si no cambiamos urgentemente nuestro modo de vida, ponemos en peligro la vida misma”, reiteró el político portugués.

Guterres urgió especialmente a abandonar los combustibles fósiles y a regular los mercados de carbono en el llamado Artículo 6, uno de los asuntos pendientes de la última cumbre del clima, celebrada el año pasado en Katowice (Polonia). “Poner precio al carbono es vital para tener alguna oportunidad de limitar el aumento de la temperatura global”, incidió, por lo que insistió en pedir que los países “superen las diferencias actuales” para lograr un acuerdo en este sentido.

Como punto positivo, señaló que unos 70 países ya han anunciado su intención de proponer durante 2020 contribuciones nacionales más ambiciosas contra el cambio climático y que 65 países y algunas importantes economías a nivel subnacional se han comprometido a trabajar para lograr el nivel de emisiones cero en 2050.

El secretario general de la ONU recalcó la necesidad de asegurar una financiación de al menos 100.000 millones de dólares anuales para la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. En la cumbre participan medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno y responsables de diversos organismos internacionales, además de delegaciones de casi 200 países. Está prevista la asistencia de una veintena de primeros ministros europeos; los presidentes de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras y la República Dominicana; el primer ministro de Marruecos, Saadeddine Othmani; el príncipe Alberto de Mónaco o la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi.

La periodista chilena María Julia Arana trasladó ayer a la ONU y al Gobierno de España en funciones el malestar de la prensa por no haber podido “levantar la mano” para preguntar durante la Cumbre del Clima sino que antes de las comparecencias ante la prensa han tenido que organizar portavoces. Durante el turno de preguntas para la prensa tras la comparecencia de António Guterres, quien ha elogiado la capacidad de España para organizar la COP25, y del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la periodista expuso su reclamación. Arana aseguró que tras cubrir cinco Conferencias de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, esta ocasión es “la primera” que no han dado espacio de prensa para “levantar la mano”, sino que les han hecho organizarse para “elegir quién va a preguntar”.