Londres - La llegada del nuevo inquilino de Downing Street ha estado marcada por las renuncias de cuatro de los principales ministros de Theresa May, entre ellos el ya exresponsable de Economía y Hacienda, Philip Hammond; el de Justicia, David Gauke, y el de la Oficina del Gabinete, David Lidington.

Hammond, un firme opositor de un Brexit sin acuerdo, dijo que el nuevo primer ministro debería ser “libre de elegir a un ministro de Economía y Hacienda que esté completamente alineado con su posición política”, en un anuncio hecho después de la última sesión de preguntas a la exprimera ministra. Lo cierto es que, de no haber dimitido, era muy poco probable que Johnson le hubiera dado un trabajo, dadas sus diferencias sobre el Brexit conocidas por todos.

En su carta de renuncia a May, Hammond explicó cómo “a pesar de la incertidumbre creada por el problema no resuelto del Brexit, hemos podido lograr un progreso notable en la reconstrucción de las finanzas públicas y en la preparación de la economía británica para las oportunidades que tenemos por delante”.

En un mensaje dirigido implícitamente a Johnson, el ministro saliente dijo que el margen de maniobra acumulado en las finanzas públicas solo se podría usar para recortes de impuestos y aumentos de gastos si se consiguiera un acuerdo del Brexit. Apuntó a que después de una década, cuando las consecuencias de la recesión de 2008 significaron que no había otras opciones, estamos “ante un lujo que nuestros sucesores deberían usar con prudencia”.

Su renuncia no sorprendió a nadie, ya que había anunciado en una entrevista el domingo que dejaría su cargo si Boris Johnson era designado primer ministro, al considerar que hacerlo llevaba implícito la aceptación de una salida sin acuerdo el 31 de octubre, siento esto “algo a lo cual nunca podré adherirme”, declaró Hammond.

El ministro saliente no se posicionó por Johnson ni por el otro contrincante, Jeremy Hunt, durante la carrera por hacerse con el liderazgo conservador. Hammond se desesperó con las promesas de gastos hechas por ambos aspirantes y tildó al nuevo primer ministro de tener “una personalidad más compleja de lo que a veces parece”, dijo, añadiendo que es un conservador de todos los temas, excepto el Brexit.