Gasteiz - Como destacaba ayer José Ramón Bengoetxea, secretario general de EuroBasque, el Consejo Vasco del Movimiento Europeo, realmente no son tantas las diferencias que separan a los partidos políticos en torno a la construcción de una Europa en franca crisis. Bengoetxea se pronunció así en el debate celebrado en el Parlamento Vasco y organizado por EuroBasque con candidatos a las elecciones del día 26 y representantes de las formaciones que concurren a las mismas. Hoy es el Día de Europa y por ello la víspera se celebró este debate en el que se coincidió, como señaló Bengoetxea, en cuestiones como la armonización fiscal, la necesidad de eliminar la unanimidad obligatoria en la toma de decisiones, que de facto es un veto; o el freno a la extrema derecha.

Eso sí, a partir de ahí hay mucho sobre lo que discutir y a ello se entregaron los candidatos Izaskun Bilbao, del PNV; Pernando Barrena, de EH Bildu; Eider Gardiazabal, del PSE, Javier Zarzalejos, del PP; y el parlamentario de Elkarrekin Podemos Iñigo Martínez.

Bilbao, presente en el Parlamento Europeo desde hace una década y una de sus integrantes más influyentes, afirmaba que la actual crisis europea es “una oportunidad”, pues en estos años, precisamente por las dificultades sufridas, la construcción europea ha avanzado. Bilbao se centró para ejemplificar su argumento en cuestiones concretas y que suelen pasar desapercibidas, como la creación de la Autoridad Laboral Europea, hace apenas unos pocos meses, que asistirá a las autoridades nacionales en la lucha contra el fraude y los abusos y facilitará la movilidad de los trabajadores por la Unión. Se avanza, por tanto, pero ahora lo que resta para Bilbao es, sobre todo, un liderazgo fuerte en la UE amparado por unos representantes de los estados con la “altura de miras” suficiente, pues a día de hoy, en una Europa en la que mandan los estados, “se nacionalizan los éxitos y se europeízan los fracasos”.

En esa línea se expresaba Iñigo Martínez, que descargaba esa responsabilidad de “usar a la Unión Europea como parapeto” más en los partidos políticos que en los estados en sí, y ponía como ejemplo una eventual entrada de capital público en La Naval que, dijo, realmente la UE no ha vetado. Martínez reivindicaba “el derecho a la disidencia” de formaciones como Unidas Podemos, pero desde “un profundo sentimiento europeísta”, y abogaba por mirar atrás, ahora que la ultraderecha resurge, para recordar que “el Día de Europa es el día de la victoria sobre el fascismo”. Martínez censuró, por otro lado, que la Unión Europea haya dejado la soberanía “a merced del mercado” y defendió un nuevo concepto de seguridad, más basado en la cohesión social que “en el choque de identidades”.

Pernando Barrena ofrecía por su parte una visión más centrada en el soberanismo, y así aseguraba que EH Bildu tiene como principal objetivo en Europa “dar una solución al conflicto vasco”, a la situación de “los presos políticos” o al derecho a decidir. En ese sentido, y ante el tsunami que para Europa ha supuesto el Brexit, Barrena dijo ver una “oportunidad” en el mismo, dado que “da esperanza a Euskal Herria, Catalunya o Córcega”. El candidato soberanista aludía además a otras cuestiones, como la cuestión migratoria o un modelo económico que “ha traído la crisis y la exclusión”, abono para “la eurofobia y la extrema derecha”.

Desde el PSOE, Eider Gardiazabal subrayaba que la legislatura que ahora concluye ha sido “la de la resistencia”, pues desde Bruselas y Estrasburgo “hemos conseguido enderezar el proyecto europeo” precisamente en uno de sus momentos más críticos. La representante socialista señalaba además de los “nuevos problemas” a los que se enfrenta la UE, como la globalización, el cambio climático o la migración, otros no tan nuevos como la pobreza infantil o el fraude fiscal y hacía un llamamiento: “Lo más importante es que la gente vaya a votar para que no ocurra como en el Brexit o Andalucía”, enfatizaba.

un “actor en el mundo” Por último, Javier Zarzalejos, candidato del PP, coincidía en que Europa vive una crisis”, pero “no de crecimiento, sino de decrecimiento”, por cuestiones como el Brexit o la “brecha” generada con los países del Este e Italia, donde “confluyen populismos y nacionalistas de izquierda y derecha”. Actualmente, dijo, “la narrativa de Europa está oscurecida”, y lo más alarmante es que “por primera vez hay quien desde dentro apuesta por el fracaso de la Unión Europea”. Negó por otro lado la deriva neoliberal que otros candidatos denunciaron, pues con un 7% de la población mundial, Europa acumula el 50% del gasto social. Zarzalejos apostaba, por último, por conseguir que los ciudadanos confíen en que Europa seguirá siendo “un actor en el mundo”, en un momento en el que Estados Unidos, Rusia y China pugnan por el liderazgo.

De muchas más materias se debatió en la jornada celebrada ayer en Gasteiz, como del papel de Emmanuel Macron, europeísta activo; de la necesidad de un impulso al federalismo en la Unión Europea, de la defensa de la competencia ante los gigantes tecnológicos, del eventual establecimiento de impuestos europeos o del deseo de que más pronto que tarde una mujer lidere la UE.

Todos estos son los retos que afronta una Unión Europea que, tras la crisis económica, vive una crisis de confianza singularmente aguda en Euskadi, “uno de los países con menos apego por Europa, solo por detrás de Grecia y Chipre”. Así lo puso de manifiesto la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, en la inauguración de la jornada de ayer, aludiendo a un informe que el Gobierno vasco elaboró al respecto el pasado año.

Por su parte, el presidente de EuroBasque, José María González Zorrilla, abogaba por “curar la herida que generaron los años de la crisis económica” y por no olvidar “lo aprendido en la Segunda Guerra Mundial”, porque “si no damos soluciones otros lo harán por nosotros”, sentenció.