Washington - La OTAN celebró ayer su 70 aniversario con ambiente festivo, canapés y bebidas en el auditorio Andrew Mellon, el mismo lugar en el que el 4 de abril de 1949 doce países firmaron el Tratado del Atlántico Norte, del que nació la organización. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que los 29 ministros de Exteriores de la Alianza habían aprobado un paquete de medidas destinado a incrementar la presencia aliada en el mar Negro, que se ha convertido en un punto de fricción con Rusia.

“Nos hemos puesto de acuerdo en un paquete de medidas para mejorar nuestra vigilancia de la situación e incrementar nuestra ayuda a Georgia y Ucrania”, dijo Stoltenberg en una rueda de prensa. El secretario general de la Alianza Atlántica detalló que ese paquete de medidas, impulsado por EE.UU., incluye iniciativas para mejorar la formación de fuerzas marítimas y guardacostas de Georgia y Ucrania, visitas a puertos, ejercicios militares y un mayor intercambio de información. “Esto se añadirá a nuestra cooperación, que ya es cercana. Ahora mismo, grupos navales de la OTAN están patrullando el mar Negro y hoy hacen ejercicios con barcos de Ucrania y Georgia”, detalló Stoltenberg, en referencia a las maniobras Sea Shield (Escudo Marítimo) de la Alianza con esos países.

El martes, la embajadora de EE.UU. ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, adelantó que el paquete incluiría vigilancia de aviones y la presencia de barcos de la Alianza en el mar Negro para asegurarse de que las embarcaciones ucranianas pueden circular por el estrecho de Kerch, que conecta con el mar de Azov. La tensión en el mar Negro se disparó cuando el pasado noviembre Moscú capturó tres barcos y 24 marineros ucranianos, que siguen bajo custodia de las autoridades rusas, para impedirles el paso por el estrecho de Kerch cuando se dirigían al mar de Azov. “Pedimos a Rusia que libere a los marineros ucranianos y los barcos que se incautó el año pasado en el mar de Azov”, pidió Jens Stoltenberg, que fue el primer ministro de Noruega entre 2005 y 2017. También en relación con Rusia abordaron la situación del Tratado para la Eliminación de Misiles Nucleares de Medio y Corto Alcance (INF), firmado en 1987 por EE.UU. y la entonces URSS en el tramo final de la Guerra Fría. “Esta mañana, los ministros aliados abordaron la continua violación de Rusia del tratado INF”.

Moscú “está a tiempo” Stoltenberg sostuvo que Moscú aún “está a tiempo” de volver a adherirse a los términos de este tratado antes de que Washington consume su salida, el próximo 2 de agosto, pero advirtió de que “la OTAN está preparada para un mundo sin el INF”, aunque esto supondría hacer frente a “un mundo menos seguro”. “No vamos a imitar lo que Rusia está haciendo, no vamos a desplegar misiles en Europa porque los aliados estamos comprometidos con la no proliferación (nuclear)”, aseveró.

Por su parte, el Gobierno alemán rechazó ayer de nuevo los reiterados reproches de EE.UU. sobre una supuesta falta de compromiso con la OTAN e insistió en que el país mantiene el objetivo marcado de aumentar el gasto en Defensa. “Duele que un aliado cuestione los compromisos adquiridos por Alemania”, afirmó la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, durante el debate del Parlamento federal (Bundestag) con motivo del 70 aniversario de la Alianza Atlántica. La ministra, de la CDU de Merkel, añadió que Alemania se propone aumentar la partida de Defensa para situarse en 2024 en un 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) -actualmente está en el 1,35 %- y que mantiene el objetivo de elevarlo progresivamente hasta el 2 %. El secretario de Estado de Exteriores Niels Annen, del Partido Socialdemócrata (SPD), recordó por su parte que Alemania ha participado desde 2014 en todas las acciones dirigidas desde la OTAN, lo que implica participar “en sus costes”.

Annen lamentó que Rusia se haya “desligado” de toda cooperación con la Alianza Atlántica, lo que a su parecer se materializó “a más tardar con la anexión de Crimea”, para aludir además al papel fundamental que debería tener Moscú para atajar el conflicto sirio o la lucha contra los ciberataques. Las intervenciones de Von der Leyen y de Annen siguieron a las acusaciones vertidas ayer por el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, según el cual Alemania no atiende como debería a la amenaza que representa Rusia para los intereses de la OTAN. “Es inaceptable que la mayor economía de Europa haga caso omiso a la amenaza que representa Rusia”, señaló Pence.

Por su parte, el secretario de Estado Mike Pompeo, aseguró que evaluaron durante su reunión la presencia de militares rusos en Venezuela. “Hablamos sobre Venezuela. La posición de EE.UU. la ha dejado clara el presidente Trump, deben irse. Sí hablamos de eso”, explicó Pompeo. - Efe