BARCELONA. Un equipo de investigadores de la Icahn School of Medicine en el Mount Sinai Hospital de Nueva York trabaja en una vacuna universal de la gripe, efectiva con las cuatro cepas de esta enfermedad, que protegería durante veinte años y eliminaría la necesidad de una vacuna anual.

El director de este proyecto y profesor del departamento de microbiología de esta universidad, Peter Talese, ha ofrecido detalles de esta vacuna en la conferencia que ha pronunciado hoy en Barcelona en el marco del congreso "Viruses 2020 - Novel Concepts in Virology", que durante tres días congrega a más de 200 virólogos procedentes de todo el mundo.

"Tras un tiempo trabajando en la gripe, tanto yo como mi equipo tenemos la esperanza de lograr una vacuna que ofrezca protección a cada cepa de gripe", ha señalado Talese, que ha recalcado: "las vacunas de la gripe son muy buenas, pero el virus muta de año en año y cada tres años hace las vacunas inefectivas y es necesario encontrar una nueva".

El científico ha apuntado que en la actualidad hay cuatro cepas de este virus, que están cambiando continuamente, por lo que como mínimo una vacuna debe cambiarse cada año para ser efectiva.

Su funcionamiento sería el de entrenar a los anticuerpos para actuar en relación a las proteínas que el virus mantiene en sus capas exteriores, una parte de su estructura que no experimenta grandes cambios de año en año.

Esta vacuna está en una fase de experimentación animal, que está dando buenos resultados, pero se trata de la primera fase de tres etapas de pruebas antes de conseguir una vacuna definitiva que pueda aplicarse en humanos y que aun podría tardar varios años.

Respecto al coronavirus, ha recordado que los daños de este virus son "minúsculos y mucho menos significativos en afectación, tasa de fatalidad y mortalidad respecto a la gripe", una "enfermedad común pero que mata cada año mucha más gente".

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la gripe mata cada año a entre 250.000 y 500.000 personas en el mundo, y representa un riesgo para niños, gente inmunodeprimida y ancianos. EFE