BILBAO- La Policía municipal de Bilbao protagonizó el pasado domingo una persecución de película por las calles de la capital hasta interceptar a un Volkswagen Golf que a gran velocidad huía -precisamente de un alto ordenado por una patrulla local- con siete ocupantes en el interior del vehículo. El conductor fue detenido acusado de un delito contra la seguridad vial y el resto de los pasajeros, identificados tras una carrera que se saldó con un herido.

El espectacular suceso ocurrió el domingo a las 6.42 horas, cuando apenas hay circulación por las calles de la villa lo que evitó que se produjeran males mayores. El vehículo, un Volkswagen Golf de color negro pasó a gran velocidad por la A-8 y se introdujo en la rotonda de Miraflores, donde una unidad de la Policía municipal, que se percató del exceso de velocidad con el que circulaba el turismo, le dio el alto.

Sin embargo, el conductor hizo caso omiso de las indicaciones de los agentes y emprendió la fuga a la desesperada tratando de librarse y de esquivar a los agentes.

Es entonces cuando se inicia una persecución por las calles de la villa que bien pudiera parecer un episodio de una serie policiaca, solo que en esta ocasión la fuga fue real y los policías también. El vehículo se saltó los semáforos así como otras señales que regulan el tráfico de la ciudad, poniendo también en peligro a los ocupantes del mismo: seis chicos y una chica, todos ellos rondando la veintena de edad. Cómo estaban distribuidos dentro del coche es una incógnita, aunque DEIA sí ha podido saber que dos de los jóvenes estaban metidos en el maletero.

El coche a la carrera regresó a gran velocidad de nuevo a la autopista A-8 y, tras atravesar toda la circunvalación con la Policía local persiguiéndole a poca distancia, entró en la capital por la zona de Basurto.

Viendo los agentes que no conseguían parar a los huidos y desconociendo los motivos que llevaban al conductor a la huida, pidieron refuerzos al centro de Control de Mando con el objetivo de abordar al vehículo y detenerle.

Segunda patrulla Fue entonces cuando una segunda unidad de la Policía local se sumó a la persecución. El vehículo a la fuga se adentró por las calles de la villa hasta llegar a la plaza de La Casilla, sorteando en la persecución a la patrulla que le seguía y originándose diferentes choques durante el trayecto. Todo esto hasta llegar a la intersección con la calle Félix Landín, una vía estrecha en uno de los laterales de la zona de La Casilla. Precisamente esta circunstancia facilitó que la segunda patrulla de agentes municipales pudieran interceptar el vehículo fugado.

Sin embargo, antes de que los policías consiguieran detener al Golf negro en su huida, el conductor saltó del coche en un último intento por conseguir zafarse de los agentes e impedir ser capturado. Fue en vano. El conductor, un joven de 22 años, no solo no consiguió su propósito sino que a consecuencia de haberse arrojado en marcha del coche sufrió diferentes heridas por las que tuvo que ser trasladado al hospital de Basurto, donde quedó ingresado.

La sorpresa para los agentes que interceptaron el vehículo fue mayúscula cuando comprobaron el interior del coche. El conductor no era el único ocupante del turismo. Otras seis personas -cinco chicos más y una joven- también viajaban en el coche, dos de ellos, en el maletero. El conductor fue detenido por un delito contra la seguridad vial mientras que el resto de los ocupantes fueron identificados.

Afortunadamente y a pesar de que la fuga se produjo por calles céntricas de la villa no hubo que lamentar más personas heridas ni tampoco se produjo ningún otro choque salvo los golpes entre uno de los vehículos patrulla que recientemente han estrenado los agentes de Bilbao y el huido.

La Policía local sometió al conductor a los controles habituales de alcohol y drogas. Según los resultados obtenidos, el arrestado dio positivo en el de alcohol, aunque superó la tasa permitida en unas pocas décimas. Dado que la Ley de Tráfico establece que entre 0,25 y 0,60 no hay delito, se le interpuso una denuncia administrativa por superar el nivel de alcohol permitido, aunque el joven detenido tendrá que enfrentarse a cargos más graves por protagonizar una peligrosa huida por las calles de la capital vizcaina.