Getxo - Los aullidos de Eder sonaban a dolor por todo el muelle getxotarra de Ereaga a las 9.00 horas de ayer. Retumbaban. Se clavaban en el alma, sobre todo, en la de los padres de Iván R., vecino de Barakaldo de 39 años, que falleció en la mar tras lanzarse al agua para socorrer a su mascota. Ladraba el animal cerca del cuerpo apagado de su amo y lo hacía de pena, de nervios? quizás, también, un sentimiento de culpa lo derrumbaba. A la una de la madrugada, Eder cayó al agua en la parte final del Puerto Viejo de Algorta y permaneció en la mar hasta que los equipos de rescate pudieron salvarle a las 3.30 horas. Su dueño lo estaba buscando desde el primer segundo. En cuanto la mar engulló al perro, su propietario, sin un atisbo de duda, acudió a ayudarle en una peligrosa zona de rocas. Iván lo arriesgó todo en una noche oscura de mala mar por su perro. Iván dio la vida por Eder.

Agentes de la Policía Local de Getxo se llevaron a pasear al perro, que salió completamente ileso del percance, para que se alejara del lugar donde yacía el cuerpo de su propietario en la mañana de ayer. Los padres de Iván, “en un gran estado de shock, compungidos, sin poder creerse lo que había pasado”, tal y como describe Iñaki González, técnico municipal de Protección Civil, encargado de coordinar el rescate, intentaban asimilar lo ocurrido allí mismo. A las 10.00 horas se personaban en la zona el médico forense y el juez, que procedía al levantamiento del cadáver, y mientras tanto, la playa de Ereaga y el Puerto Viejo recibían los golpes de las olas que ya no eran tan fuertes como lo fueron durante una noche de consecuencias trágicas.

Todo comenzó sobre las 1.15 horas de la madrugada de ayer cuando una pareja que se encontraba en el Puerto Viejo de Algorta llamó al 112 para avisar de que un hombre se había lanzado a la mar a rescatar a un perro. Ocurrió donde el paseo del muelle llega a su fin, donde ya no hay muro y sí unas grandes rocas metidas ya en la mar. Allí donde si el agua está brava golpea con ganas. Se inició, poco después de la llamada de emergencia, un dispositivo de rastreo en el que participaron un técnico de atención de emergencias del Gobierno vasco, miembros de la Ertzaintza, de la Policía Municipal, bomberos, una ambulancia y una lancha de la Cruz Roja. Las olas superaban los dos metros de altura y la mar no estaba en buenas condiciones, lo que convertía el escenario en más peligroso de lo habitual. Los equipos de rescate emplearon linternas y focos para buscar a Iván y a Eder en momentos de gran angustia y delicadeza. Tras un exigente trabajo, el perro pudo ser socorrido a las 3.30 horas. El agua se enfurecía más, así que los responsables de la búsqueda de Iván tuvieron que suspender el operativo, debido a la complicada situación marina. La pleamar se produjo a las 6.20 horas y algo más de dos horas después, se reanudaron las tareas de salvamento.

Localizan el cuerpo a las 9.00 El responsable de la Cruz Roja del Mar divisó el cuerpo de Iván no muy lejos del lugar por donde había accedido al agua. El vecino de Barakaldo iba vestido de oscuro y tenía, en esos instantes, la camiseta subida, por lo que se veía parte de su tronco, lo que favoreció que se le pudiera encontrar, ya que el color de la piel destacaba más que la ropa en el infinito mar. El reloj marcaba las 9.00 horas cuando Iván fue localizado, pero lamentablemente, ya había fallecido. Con posterioridad, su cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia, que determinará la causa de la muerte.

Eder, por su parte, corrió mejor suerte y, ahora, llora a su heroico dueño. El animal, una mezcla de pastor alemán con otra raza, estuvo un buen rato en una de las lanchas de rescate la fatídica noche del domingo al lunes y “se portó de maravilla”, asegura el técnico de Protección Civil de Getxo. Después, el perro fue trasladado a la sede de la Policía Local, de donde fue recogido por los padres de Iván. Una llamada por la mañana les hizo sumergirse en la pesadilla de que su hijo había muerto. Los progenitores acudieron entonces a Algorta, y Eder fue también con ellos deseando, seguro, reencontrarse con Iván.

Condolencias del Ayuntamiento

La muerte de este vecino de Barakaldo, de solo 39 años, en unas circunstancias así empapó Bizkaia de luto. El Consistorio de Getxo emitió un comunicado en el que transmite su pesar a los allegados del fallecido. “El Ayuntamiento lamenta la muerte, a la vez que se solidariza con la familia de la víctima a quien traslada sus condolencias”, recoge el texto.

Esta no es la primera vez que una persona se lanza a la mar de Getxo a salvar a su mascota. Este mismo año, en concreto el pasado 28 de septiembre, un joven se quedó atrapado en el acantilado de La Galea al tratar de recuperar a su perro. Afortunadamente, en aquella ocasión el suceso tuvo un desenlace feliz, ya que ambos fueron rescatados por los bomberos. Asimismo, el 21 de ese mismo mes, los bomberos de Artaza tuvieron que acudir en auxilio de otro perro que se despeñó por el acantilado de La Galea.

Por otro lado, en el muelle de Churruca de Las Arenas también han tenido lugar casos de caídas de animales y dueños al agua.