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"Muchos vascos ni se imaginan cómo se vive aquí lo vasco"

Asegura que se ha avanzado mucho, pero que buena parte de "los vascos de allá" "no se imaginan aún el sentimiento vasco que se vive aquí". Arantxa Anitua es abogada, nacida en Argentina con el Laurak Bat de Buenos Aires como segundo hogar. Desde 2011 es presidenta y decana de las casas vascas del mundo

"Muchos vascos ni se imaginan cómo se vive aquí lo vasco"Jordi Molina

Bilbao - El microcentro de Buenos Aires se vistió de ikurriña el pasado domingo. Auspiciado por la Ciudad de Buenos Aires y bajo la organización del centro Laurak Bat, miles de personas participaron en los alrededores de la Avenida de Mayo, con la Casa Rosada a apenas unos metros, en una nueva edición del Buenos Aires Celebra, dedicado en esta ocasión al País Vasco. Un mundo de vasco-argentinos y gente interesada por lo vasco impregnó de música, baile, cultura y vital alegría euskaldun el corazón de la capital porteña.

¿Satisfecha? El Buenos Aires celebra al País Vasco ha obtenido un gran éxito este pasado domingo? a pesar del mal tiempo.

-El tiempo no acompañó, y a pesar de ello fue muy emocionante y gratificante ver la respuesta del público y de nuestra gente, ver a jóvenes y no tan jóvenes poniendo tanta actitud, tanta voluntad y alegría, bailando y cantando en euskera, incluso bajo la lluvia. Resultó un éxito.

¿En qué consiste el Buenos Aires Celebra (BAC)?

-Se trata de una fiesta patrocinada por la Dirección de Colectividades de la Ciudad de Buenos Aires que comenzó en 2009 para que las colectividades de la ciudad pudieran mostrar y compartir su cultura, su historia y su identidad con todos los vecinos y turistas. Se celebra en la Avenida de Mayo, columna vertebral del centro histórico y cívico de Buenos Aires. Han tenido sus jornadas colectividades como la italiana, griega, irlandesa, brasileña, rusa, ucraniana o mexicana.

¿Cómo surgió dedicar el BAC al País Vasco?

-El Gobierno de la Ciudad contactó con el Laurak Bat y tras varios encuentros comprendieron nuestra realidad y necesidad de ser reconocidos como colectividad diferenciada. Tuvieron en cuenta la sólida trayectoria del centro Laurak Bat, con 137 años de vida institucional ininterrumpida. Celebramos la primera edición en agosto de 2011 y convocamos a todas las instituciones vascas de la ciudad, con una recepción magnífica. Hasta el Colegio Euskal Echea [institución educativa fundada en 1904, con miles de estudiantes] convocó y participó con su alumnado. La segunda edición fue en agosto de 2012 y casi 20.000 personas pasaron, las diferentes cadenas de TV se hicieron presentes y tuvo una repercusión mediática impresionante. 2013 fue un año en que muchas otras actividades absorbieron nuestro tiempo, por lo que decidimos posponer la fecha hasta este año, con un nuevo éxito, a pesar de la lluvia (sonríe).

¿Cómo se desarrolló la fiesta?

-Es una fiesta a semejanza de las fiestas populares de allí. La calle se transforma en un paseo con txosnas en las que se cocina en vivo, con stands que presentan la cultura, las publicaciones, la música, los instrumentos, fotos, folletos, maquetas de caseríos tradicionales? Se puede consultar el origen de los apellidos y colocarlos en un mapa de Euskal Herria, hay espacios en los que los txikis pueden dibujar, cantar, escuchar cuentos? Muchos centros vascos ofrecen su gastronomía? Se montan dos escenarios, en los que actúan en simultáneo grupos y cuerpos de baile, se dan clases de cocina en vivo a cargo de reconocidos chefs. Este año incorporamos también herri kirolak, de la mano del Centro Vasco de General Las Heras y el Gobierno vasco montó una txosna institucional, por donde pasaron la escritora Toti Martínez de Lezea y el grupo La Oreja de Van Gogh, que sorteó entradas para su gira argentina. Al promediar la tarde tuvo lugar la Tamborrada de San Sebastián.

¿Cómo reaccionaba el público?

-Hubo un momento de gran emoción, cuando formamos la cadena de manos para acompañar la iniciativa Gure Esku Dago. Partió desde el escenario y atravesó las dos cuadras. Fue un espectáculo difícil de olvidar ver las caras de emoción de cientos, de miles de vascos, de argentinos, que se unían para expresar su apoyo a la dinámica ciudadana. Hubo otros momentos de impacto, como el desfile de inicio con los alumnos del Colegio Euskal Echea, la Tamborrada, la presencia de La Oreja de Van Gogh, las clases de cocina de los chefs Itziar Aguirre y Takehiro Ohno? Me causó mucha gracia, como anécdota, el hecho de que el chef Ohno, japonés que vivió varios años en Donostia, nos pidiera participar en la Tamborrada. Dijo que siempre había tenido ganas, pero que en Donostia estaba siempre trabajando y nunca pudo. De modo que se colgó el barril y el delantal y así marchó, con una sonrisa de oreja a oreja.

¿De verdad es posible sentir y celebrar a Euskadi a miles de kilómetros?

-Yo soy nieta de vascos de Hernani y Arteaga. Mis abuelos se conocieron en el Laurak Bat y también mis padres; nosotros nos hemos formado y hemos crecido aquí impregnados en esta cultura, con el Laurak Bat como nuestra segunda casa y vivimos ser vascos con orgullo. No creo que muchos vascos de allí puedan siquiera imaginar con qué sentimiento. La diáspora argentina hace muchísimos años que sostiene el sentimiento vasco a 14.000 kilómetros, con cultura, con tradición, con compromiso, atentos a los devenires de nuestra querida Euskal Herria.