Bilbao
AL margen de la llegada de la vuelta a Euskadi, con el pertinente caos circulatorio que planea hoy y mañana sobre los bilbainos, el tema de conversación de ayer en todos los corrillos -no solo periodísticos- fue la publicación de la declaración de bienes y rentas de los diputados y senadores. La página web del Congreso echó humo, hasta el punto de colapsarse, por el interés de los ciudadanos por conocer el patrimonio y los ingresos de sus representantes en Madrid. Sin saber hasta qué punto tiene de cotilleo y cómo digerirá la opinión pública estos números, lo cierto es que la decisión de dejar a los políticos al descubierto (al menos en lo que declaran legalmente ante Hacienda) fue bien recibida por los internautas, que no dieron respiro. Y, salvo contadas excepciones, lo que se puede afirmar sin ningún género de dudas es que los políticos que ocupan los diferentes escaños de las Cámaras alta y baja no tienen problemas para llegar a fin de mes o para elegir la casa en la que vivir, ya que la mayoría tiene al menos dos inmuebles a su nombre.
Y como los ingresos, lo que cotizan en Bolsa y los pisos con los que cuentan los políticos es lo que verdaderamente quieren conocer los electores, cabe decir que el presidente del Congreso, José Bono, es con 1,7 millones de euros en participaciones empresariales correspondientes a una hípica uno de los que más patrimonio declara. Al margen de 17 hectáreas en Toledo y dos casas, en las que figura como propietario, el máximo responsable de la Cámara baja amenaza con publicar sus memorias, ya que ha recibido un adelanto de 32.500 euros de anticipo en concepto de derechos de autor. Se desconoce si José Luis Rodríguez Zapatero va a escribir sus vivencias a partir de noviembre, cuando acabe su periplo en La Moncloa, pero parece que no va a tener problemas de finanzas para dedicarse en cuerpo y alma a ello.
El presidente español no arrastra ninguna deuda, según la declaración de bienes y rentas que ha presentado, tiene cerca de 35.000 euros junto a su mujer en una cuenta corriente, tres planes de pensiones, una parcela en León -en la que está construyendo la vivienda que ocupará cuando deje su actual cargo- y el pago aplazado de 120.000 euros logrados con la venta de un inmueble. Unos rendimientos que no llaman la atención por su opulencia, todo lo contrario que los del sucesor al frente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha declarado un patrimonio que supera los 984.000 euros, entre fondos, patrimonio en depósitos y otros valores.
El extitular de Interior, que lleva media vida en política, es copropietario con su esposa de una vivienda en Madrid y una plaza de aparcamientos, además del 50% de un coche Mazda y otro marca Skoda. Rubalcaba, al igual que Zapatero, no tiene préstamos ni deudas pendientes. Su rival el 20-N, el popular Mariano Rajoy, no le va a la zaga. Si Rubalcaba roza el millón de euros en su declaración, el presidente del PP dispone de más de 597.000 euros entre depósitos en cuentas corrientes, fondos de inversión, acciones en bolsa y seguros de ahorro. Sin olvidar los inmuebles, ya que declara tener tres apartamentos (Pontevedra, Madrid y Canarias), una vivienda habitual en régimen de gananciales en la capital española y una oficina situada en Galicia.
La holgura en la economía familiar de la que hace gala Rajoy parece ser común en las filas populares, ya que el presidente de honor de esta formación, a punto de cumplir los noventa, la herencia de Manuel Fraga dará que hablar, ya que el senador del PP dispone de cerca de un millón de euros entre acciones, fondos de inversión, un plan de pensiones y una cuenta corriente, además de una vivienda en propiedad en Galicia.
las cuentas vascas Al margen de las cuentas de otros integrantes del Congreso y del Senado, como las de la ministra de Economía, Elena Salgado, que es la integrante del Gobierno español con puesto de diputada que tiene sus finanzas personales más saneadas (sin hipotecas y con más de medio millón de euros en el banco, además de un piso en Madrid y otro en los Alpes) o las del portavoz en el Congreso de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que declara tener más de 300.000 euros repartidos entre una libreta de ahorro, fondos de inversión y depósitos a plazos, llama la atención los bienes de algunos dirigentes vascos.
Este es el caso del socialista Eduardo Madina, que a buen seguro que estará siguiendo con mucha atención las subidas y bajadas que está experimentando la Bolsa en los últimos tiempos. Pese a su juventud, el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso ha dedicado más de 1,2 millones de euros a acciones y participaciones. Así, posee acciones de Telefónica y BBVA por valor de 163.000 euros y 510.000 euros, respectivamente, mientras que dispone de 601.557 euros en diversos productos de inversión. Además, el dirigente del PSE dispone de 704.000 euros en una cuenta de imposición a plazo fijo y dos viviendas en Madrid y Bizkaia libres de hipoteca. Hay que recordar que la Audiencia Nacional concedió a Madina la indemnización más alta de su historia a una víctima del terrorismo, un total de tres millones de euros, por los "padecimientos físicos y psíquicos" que le generó el atentado que sufrió el 19 de febrero de 2002 y que le costó la amputación de una pierna.
Otro socialista que destaca por su declaración es el expresidente de Feve, Dimas Sañudo, que tiene el honor de ser el senador vasco más hipotecado al deber 978.000 euros, aunque es propietario de una vivienda unifamiliar en Madrid y dos adosados en Tarragona y Cantabria, además de dos turismos, una berlina, un descapotable y una moto. En el lado contrario está el popular Ramón Rabanera que es quien tiene un mayor patrimonio, con más de 655.000 euros en activos financieros.
En las filas del PNV, su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, ha declarado tener dos casas en régimen de gananciales con su esposa, dos coches, 85.000 euros en planes de pensiones y algo más de 54.000 euros en una libreta de ahorro. El senador Iñaki Anasagasti, por su parte, cuenta con un piso con aparcamiento en Bilbao, una segunda vivienda en una localidad vizcaina y otras propiedades que comparte con miembros de su familia, además de un turismo BMW familiar.
En CiU, su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha declarado tener tres casas, cada una con su hipoteca, dos coches y 8.900 euros en sus cuentas corrientes. En total, Duran i Lleida debe más de un millón de euros al banco. Mucho menos que Joan Ridao (ERC), que declara siete pisos, una hipoteca y 100.000 euros en depósitos.