Donostia

AL pensar en especies que se encuentran en peligro de extinción, uno piensa en especies terrestres como el lince ibérico, el oso panda o el lobo. Pocas veces se habla de los seres vivos que habitan en los océanos y mucho menos de los que se pueden encontrar en las profundidades del mar Cantábrico, cuyos moradores también afrontan situaciones de riesgo. La agrupación ecologista Oceana ha reclamado recientemente "protección real" para más de 400 especies marinas europeas, y decenas de ellas se pueden encontrar en el Golfo de Bizkaia.

La marsopa común, el delfín mular, el atún rojo o la tortuga laúd son algunos de los animales existentes en la costa vasca que se recogen en el informe Especies amenazadas, elaborado por la organización internacional conservacionista. En el estudio, pionero por unificar los listados de todos los convenios, también se mencionan seres más desconocidos como la ortiguilla, el coral blanco o el cailón.

Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa, enumera algunas de las especies recogidas en el estudio que se pueden encontrar en el mar Cantábrico. Las más conocidas, según indica, son los peces destinados a la alimentación, como el atún rojo o zimarrón, el bonito o los crustáceos como la cigala, afectados por la "sobreexplotación" con fines comerciales.

Otros habitantes más grandes del Golfo de Bizkaia también están amenazados. Aguilar destaca, entre ellos, la marsopa común, un mamífero similar al delfín que "ha desaparecido prácticamente del Cantábrico". "Sólo se encuentran grupos muy reducidos", detalla. Las poblaciones de delfín mular y de "muchas especies de tiburones y rayas" también han disminuido significativamente.

"Otras especies más desconocidas, al habitar en aguas más profundas y al no contar con un poder de atracción comercial, pasan más desapercibidas", comenta el portavoz de Oceana. Pese a ello, su situación no es mejor. Aguilar incide, por ejemplo, en el impresionante retroceso vivido por las colonias de corales blancos del Atlántico: "Se calcula que han desaparecido la mitad de las que existían en Europa".

Por último, esta larga lista de especies marinas amenazadas incluye pequeños invertebrados como anémonas y erizos de mar. "Las ortiguillas se han puesto de moda para su consumo, una costumbre que comenzó en Andalucía. Algo que también afecta a los erizos, lo que podría llevar a estas especies a la sobre explotación", recuerda Aguilar.

catálogo de OCEANA

Cuatrocientas especies

En vista de la situación, Oceana pide que las especies amenazadas sean incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en la Directiva de Hábitats, la norma legislativa medioambiental más importante de la Unión Europea. "El año 2010, como Año Internacional de la Biodiversidad, no debe dejar a un lado el medio marino", reivindican. No en vano, la directiva antes mencionada recoge alrededor de 1.182 especies, de las que sólo 14 son marinas. En cuanto al listado español -actualmente en proceso de revisión- tiene 39 entre las más de 600 que incluye.

De hecho, de los 400 seres vivos para los que la organización conservacionista reclama protección, la UE solamente protege 16. Entre todas esas especies que se hallan en los mares de Europa, Oceana menciona el mero, el cazón y el bacalao, "vulnerables" debido a la "fuerte explotación comercial".

Aguilar critica la "gran desproporción existente" entre especies marinas y terrestres en los distintos convenios, algo que achaca al "desconocimiento científico" que envuelve el medio marino. "Los convenios deben incluir mecanismos de actualización permanente de especies protegidas según avanzan los conocimientos científicos, algo con lo que no cuenta la Directiva de Hábitats", afirma el responsable de Oceana Europa.