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Tomando oxígeno para los exámenes

Saben, como les han enseñado sus mayores, que el poteo es un ritual sagrado porque la terapia de grupo y el alcohol moderado desinhiben, desatan la euforia y alivian el espíritu

Tomando oxígeno para los exámenesOskar González

CONSCIENTES de que hay que tener el cerebro bien alimentado y ventilado para poder estudiar, estos chavales se apuntan a una ronda de cañas que, como es bien sabido, oxigenan sobradamente el torrente sanguíneo. Tomando también aire fresco y puro (estaban en la calle), no paraban de hablar y distraerse bajo el riego de unos zuritos y, más tarde, unas cañas. Todo pura bebida de lúpulo. Así, aireándose, importunamos un viernes cualquiera a Imanol Navarro, Aratz Petuya, Carlota Celles y Haizea Crespo (que prefirió no salir en la foto), estudiantes de un ciclo formativo de Grado Medio de Impresión Gráfica en el instituto Emilio Campuzano de Atxuri, junto a la plaza Unamuno antes de salir a cenar. “Somos compañeros de clase. Cursamos Impresión Gráfica para ser maquinistas de offset, imprimir periódicos, publicidad, folletos, envases, embalajes, libros de texto, pósters, todo se imprime”, explican a su interlocutora, repasando las salidas laborales.

En un otoño, travestido de primavera, Carlota opina que “mola más salir en verano que se está más a gusto, pero en invierno también se está bien quitando los días de lluvia que resultan más molestos”. Confiesan lo evidente, que hablan de todo “de lo que salga, de clase bastante porque es donde más tiempo pasamos”, señala Carlota recordando esas mañanas que desde las ocho se alargan hasta las dos y media. “Pero hoy hemos quedado para tomar algo y cenar los cuatro. Es un sanqueremos”, señala Haizea. “Solemos quedar más gente para ir de fiesta, pero hoy estamos los mejores”, bromea Aratz. “Además vamos en coche a cenar a Alonsotegi y entramos solamente cinco”, matiza Carlota.

Ahora están de exámenes “así que hay que salir para aliviar un poco, desconectar y descomprimir el cerebro”, aseguran, revelando la asignatura más fastidiada, Impresión bajo relieve, y la asignatura maría, Offset con Rafa Latorre. “Cítale que le va a a gustar”, dicen al unísono.

Hace 10.000 años ya se consumía hidromiel -mezcla fermentada de agua y miel-, la primera bebida alcohólica que tomaba el hombre de las cavernas para desinhibirse. Por eso ahora ellos alimentan el ritual. De momento, el poteo y luego ya verán si alargan la noche porque conocen unos cuantos garitos. “Sí, sin ir más lejos el Sunset, que está aquí mismo en Iturribide, ése abre más o menos hasta las dos de la madrugada y luego hay otras discotecas abiertas por el centro hasta las seis de la mañana”, aclara Imanol, el veterano.

Y eso que reconocen que no resulta precisamente barato salir a tomar algo. Así que se tienen bien aprendidas las promociones y las happy hours. “Todos los jueves en Iturribide hay la eurocaña y en Somera también hay chupiterías con hora feliz”, reconoce Aratz, “todo es buscar sitios”. Sin embargo, Bilbao no resulta precisamente un paraíso de las copas low cost ni un ejemplo de cómo salir de noche a buen precio. Y es que aunque en otras zonas del Estado, la oferta de copas a 2x1 o incluso de bebida gratis al comienzo de la noche están de moda, sobre todo los jueves y los viernes, en Euskadi se resisten. Hay pocos locales con horarios y consumiciones free (gratis) y mucho menos bonocopas. Porque para algo somos de Bilbao.