Cuando preguntan qué hay que hacer, qué hay que instalar o qué bancos o tarjetas son compatibles para pagar con el teléfono móvil, automáticamente les respondo, ¿tú teléfono tiene NFC? Esta tecnología no es nueva, ya que en el año 2003 se aprobó lo que llamamos el estándar, pero es verdad que hasta el año 2008 no empezamos a ver algún dispositivo que disponía de este sistema. Por desgracia, la mayoría de teléfonos, incluso algunos de gama alta, se empeñan en no incluir la característica NFC, centrándose casi todos ellos en poner cámaras de fotos, que en mi opinión están totalmente sobredimensionadas.

NFC significa Near Field Communication, que podemos traducir como tecnología inalámbrica de corto alcance. Aunque está pensada para ir dentro de los teléfonos móviles, se trata de una evolución de las etiquetas RFID que están dentro de la tarjeta Barik que usas para el transporte público.

El uso estrella de esta tecnología es la posibilidad de asociar nuestras tarjetas de crédito con nuestro teléfono móvil y pagar en cualquier comercio mediante este sistema. Los bancos han entrado con retraso, escudándose en la falta de los famosos datáfonos contactless, y luego haciendo el doble gasto de tener que cambiar las tarjetas para que soporten este otro tipo de tecnología. La guerra continúa ahora con el sistema de pago con móvil de Apple, que hace que muy pocos bancos estén preparados para este tipo de terminales.

Acercar el teléfono Para darnos cuenta de lo importante que puede llegar a ser esta tecnología vamos a buscar unos cuantos ejemplos de uso. Hasta ahora cuando volamos en avión hemos dado un gran paso al llevar el billete o la tarjeta de embarque en nuestro teléfono. Mediante un código QR, ese sello de cuadritos en blanco y negro, podemos acceder por todas las puertas de un aeropuerto. Lo malo es que tenemos que buscar el documento en nuestro móvil, ponerlo en la pantalla y después cuando lo acercamos al lector, la pantalla del móvil se oscurece y tenemos que volver a activarlo para volver a repetir la operación. Y luego la puerta no se abre porque nos hemos confundido y hemos abierto el vuelo de vuelta en lugar del de ida.

Con la tecnología NFC solo tenemos que acercar nuestro teléfono móvil y la puerta se abrirá automáticamente. Los sistemas están preparados para leer el billete adecuado, sin necesidad de tener que preocuparnos de saber si lo tenemos en un correo o en un fichero. Imagínate ahora, las entradas para el concierto, el cine, el acceso a una zona restringida de una fábrica o la identificación para poder entrar en un ordenador que solo se activa si le decimos quienes somos.

Pero en breve veremos que el uso de NFC se ampliará, ya que la podremos encontrar en pegatinas que nos permitan colocarlas donde queramos y utilizar nuestros móviles para leer la información que contienen. Imagínate una de estas pegatinas colocada en un llavero, un traje de baño o un colgante. Si nos encontramos unas llaves en la calle, un niño perdido en la playa o una persona mayor que se ha desorientado, solo tenemos que acercar nuestro Smartphone con tecnología NFC y leer la etiqueta. En segundos nos aparecerá en la pantalla la información que los usuarios han puesto, un teléfono de contacto, una dirección o instrucciones para saber qué hacer en esas circunstancias. Si vas a comprar un móvil, piénsatelo dos veces antes de optar por uno sin NFC, en breve iremos encontrado muchos más usos.

@juandelaherran