Lexus extiende su influjo al ámbito de los deportivos de alta escuela por medio del LC 500, un cupé de silueta vanguardista, tecnología punta y contadas existencias que garantizan su carácter exclusivo. El modelo, que apunta ligeramente por encima de su hermano el RC, propone dos soluciones motrices. Una es híbrida y remite 359 CV a las ruedas traseras; la alternativa a ella es una mecánica V8 de gasolina que suministra 477 caballos. Lujoso y refinado, el LC 500 enfoca a la clientela más entendida y solvente, la única en disposición de apreciar sus cualidades y de asumir su coste: a partir de 120.000 euros en el caso de la variante mixta y desde 140.000 en el de la térmica.
Lo primero que llama la atención en este recién llegado a los concesionarios es su estampa. Lexus encierra el nuevo alarde de ingeniería en un envase no menos llamativo. El LC 500 adopta una estilizada y atlética silueta cupé de generosas proporciones, un diseño cuya osadía supera la de muchos prototipos. Su espectacular figura alcanza 4,77 metros de longitud, 1,92 de anchura y 1,34 de altura. Es, por tanto, un bólido ligeramente más largo y ancho que el RC. La considerable separación de los ejes (2,87 metros) responde más a criterios dinámicos que al deseo de fomentar la habitabilidad. De hecho, aunque esté homologado como vehículo de 2+2 plazas, las posteriores no reúnen las condiciones suficientes para merecer tal consideración. Sirven, en cualquier caso, para alojar las pertenencias que no caben en el exiguo maletero del vehículo: 197 litros en la versión con motor de explosión y 172 en la híbrida.
Si la estética es la mejor carta de presentación de esta creación de Lexus, su otra seña de identidad indiscutible es la tecnología; más concretamente la hibridación, especialidad que distingue a la división de lujo de Toyota. El flamante deportivo la cultiva en una de las dos motorizaciones seleccionadas, dando origen a la variante LC 500h. Su sistema de impulsión mixta combina un motor V6 de gasolina, de 3,5 litros y 299 CV, con un bloque eléctrico de 179 CV alimentado por una batería de ion-litio. La acción coordinada de ambos propulsores depara un rendimiento conjunto de 359 CV.
La segunda opción para animar el sugestivo deportivo es un V8 multiválvulas de gasolina, con cinco litros de capacidad, que procura un rendimiento final de 477 caballos. Tanto esta mecánica como la híbrida remiten su energía a las ruedas traseras. Lo hacen con ayuda de transmisiones automáticas de diez relaciones, especialmente sofisticada la que instala el híbrido.
Lexus adjudica al binomio LC500/LC500h dos primorosas terminaciones. La ejecución Luxury disfruta de dotaciones de primer nivel, incluyendo todo tipo de sistemas de asistencia la conducción, elementos de confort y conectividad. La definición Sport+, diez mil euros más costosa, se completa añadiendo techo de carbono, butacas de estructura deportiva, además del paquete Lexus Dynamic Handling, que cambia las llantas de 20 pulgadas por otras de 21 e incorpora ruedas traseras directrices.