Arantxa Sánchez Vicario acusa a su familia de dejarla "sin nada"
MADRID. La extenista Arantxa Sánchez Vicario revela en su libro de memorias que no tiene relación con ningún miembro de su familia, a la que acusa de dejarla en la ruina, "sin nada".
"Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que yo", asegura en el libro "Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer", que sale a la venta el martes.
La ex número uno del mundo asegura que dejó el tenis "para conquistar mi libertad". "Mi madre decidía sobre mi pelo, mi ropa... Cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba", señala la campeona de cuatro títulos de Grand Slam. Sobre su padre, revela: "Mensualmente me otorgaba una cantidad de la que yo le daba cuenta puntual".
Sánchez Vicario estima que durante los 17 años de carrera "ganó 45 millones de euros" (casi 60 millones de dólares), cifra de la que no disfrutó. La extenista tiene actualmente problemas fiscales por haber fijado su residencia de 1989 a 1993 en Andorra.
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