bilbao
sON como el día y la noche, incluso en su horario laboral. Uno madruga, el otro trasnocha. Mantienen sus diferencias, pero son colegas, compañeros de trabajo y, sobre todo, les une la pasión por la radio y por dar al oyente de Onda Vasca lo mejor de sí mismos. Uno está al frente de Euskadi hoy y quiere despertarnos con la actualidad más rotunda, el otro pretende desde Gabon que nos enfrentemos a la noche con el puzzle informativo del día resituado.
Xabier Lapitz, el día, y Javier Vizcaíno, la noche, se entrevistan el uno al otro. Más que una entrevista es una charla sobre la profesión, el medio en el que trabajan, la nueva situación que vive Euskadi tras el comunicado de ETA..., Lapitz afronta su tercera temporada en Onda Vasco, Javier Vizcaíno se enfrenta a la segunda. Es un encuentro en una terraza de la calle Lutxana de Bilbao con un café por medio y muchas cuestiones que tratar. Es un otoño caliente, un otoño que da titulares informativos al minuto, un disfrute para dos profesionales como ellos.
La conversación arranca con una pregunta de Javier Vizcaíno a Lapitz sobre este tercer año que tiene entre manos y se interesa por si la ilusión es la misma que en septiembre de 2009: "Con la misma ilusión, pero consciente de que en dos años esto ha cambiado muchísimo. Afortunadamente, tenemos más medios para redondear los productos, para pensar cómo vamos a estar situados en el mercado radiofónico, qué piezas tenemos que ajustar. Ilusión sí, mucha, pero ya no es solo ilusión, son muchos más elementos en la olla", contesta Lapitz a su compañero.
Al presentador de Euskadi hoy le interesa saber qué sensaciones tiene el de Gabon en su segundo año en Onda Vasca. "También hay una tentación a acomodarte, lo conseguido, conseguido está, que nos quiten lo bailao y curiosamente este año está más difícil que el primero, aunque parezca contradictorio", dice Vizcaíno. "Sabemos que el crecimiento es finito…", apostilla Lapitz. "Por otra parte, cada vez es más difícil seguir ganando oyentes, el arreón inicial ya está dado. Ahora, cada oyente que ganamos tiene más importancia que esos primeros miles; es más difícil, el reto es mucho mayor. Hay que afinar mucho el producto y siempre tienes que ir buscando las fisuritas, antes teníamos grietas que teníamos que ir cubriendo. Ahora, tenemos que tunear el producto", remata el conductor de Euskadi hoy.
las dudas Tanto Lapitz como Vizcaíno son conscientes de las dudas y recelos que generó el nacimiento de Onda Vasca en 2007. "Saber que hay un balcón imaginario con muchas personas esperando a ver si nos la damos...", comenta Javier Vízcaíno. Lapitz tiene clara la respuesta para su compañero: "Creo que tenemos mucha gente debajo por si nos caemos del balcón, que no va a pasar; o si cede el balcón, que tampoco va a pasar. Tenemos mucha gente debajo que nos va a sujetar. Ahora, a ti también te tienen que tener ganas. Lo mío era declarado, pero lo tuyo…"
"Sí, claro. Pero lo decía sin personalizar, no como proyecto de emisora, ha molestado que haya funcionado. Un proyecto como este debía de haber funcionado en la sociedad vasca hace tiempo. Sale la primera apuesta: Ya verás cómo estos duran tres meses. Y no duran tres, ni seis, ni un año, ya van a por el tercer año, eso ha hecho daño", razona Vizcaíno.
Lapitz contesta a su compañero: "Creo que hay varias cosas por las que molesta. Primero, por el momento en el que nace, la reacción rápida de ir a tapar un hueco que ya veíamos que se iba a crear en el mercado. Eso les sorprendió mucho, porque ante una incapacidad manifiesta en la gestión de lo que ya heredaban -estoy hablando ahora de EITB-, hubiera gente que apostara por un proyecto nuevo, con profesionalidad y con algo más de olfato periodístico que de quienes han ido bajando de audiencia y nosotros hemos ido subiendo.".
"A veces se nos ve como una emisora o grupo a la contra, cuando eso no tiene ningún sentido, ni es a lo que aspiramos", reflexiona Vizcaíno. "Se nos ve como si fuéramos la emisora del PNV, como si Urkullu se sentara en la redacción y nos dijera a ti y a mí qué es lo que tenemos que escribir. La gente es muy libre de pensar cómo son las cosas. Puedo asegurar que no es nada parecido a eso. Además, tú y yo tenemos diferencias ideológicas manifiestas", opina Lapitz.
vizcaíno envidioso Ahora es Xabier Lapitz el que se interesa por las razones y motivos por los que está Vizcaíno en Onda Vasca: "¿Qué te atrajo a Onda Vasca? A mí me echaron, pero a ti te intentaron retener". "A mí me atrajo la envidia. Se dice que la envidia es sana, pues no, fue la envidia absolutamente insana de ver que delante de mis narices y con la gente que yo conocía y quería se estaba haciendo el proyecto en el que yo quería estar. Se estaba volviendo a hacer la radio hecha desde abajo. La gente volvía a tocar los cables, multiplicaba su horario y yo seguía estando allí; en la chaise longue tirado tranquilamente y descolgando un teléfono y haciendo una radio acomodada, que me seguía gustando y que cada vez me hacía sentirme más viejo. Me dije: ¿Me tiro? Pues sí, y me tiré porque había agua", comenta Vizcaíno con una sonrisa.
"Todo el mundo sabe que yo soy bastante jeta… Pero tú que eres tan tímido ¿cómo puedes tener tanta cara cuando escribes y cuando hablas?", pregunta Lapitz.
"Supongo que es un mecanismo compensatorio, -dice Vizcaíno-. Cuando la gente te para por la calle y te expresa su cariño deben pensar que es otro el que escribe o que me he vuelto gilipollas. Los que me conocéis habéis visto que en la relación personal no es fácil el primer contacto, que siempre mantengo las distancias".
Ninguno de los dos tiene fácil el contacto con algunas personas que forman parte del actual Gobierno vasco. "¿A quién echas de menos de en tus charlas? ¿A ti tampoco te cogen el teléfono?", pregunta Lapitz. "Si desde una emisora que ya tiene un cierto tamaño y un cierto relieve, llamo a alguien que participa en la administración pública y no se pone porque no quiere, eso va más allá de la falta de respeto".
"Está en su sueldo. Hay un punto en el que el periodista tiene el problema cuando no se ponen, pero luego hay un punto en el que el problema empieza a trasladarse al que no se pone. Quiero pensar que no es un problema de asesores, es un problema del mal político y del mal gobernante.
Luego ya cuando se necesita cargar contra el periodista con nombre y apellido desde el parlamento, esa es la siguiente barrera, no sé dónde va a estar la siguiente, pero creo que para cuando llegue ese momento yo voy a seguir en Onda Vasca y él (Patxi López) no va a estar donde está ahora", asegura tajante Xabier Lapitz.
Para los que dicen: "Si hay un cambio de Gobierno seguro que Onda Vasca naufraga porque Javi volverá, no sé quién también volverá...", cuestiona Lapitz a su compañero de emisora.
La respuesta de Vizcaíno es rápida y contundente: "Después de haber probado esto… Pase lo que pase en las próximas autonómicas se debería mantener un proyecto como Onda Vasca y yo seguiría en un proyecto como este. El camino de vuelta ni me lo planteo. Fueron maravillosos aquellos años que estuve, lo último que puedo pensar es en volver a un modelo que es el público y que yo cambiaría bastante". Xabier remata esta respuesta: "Yo también lo tengo clarísimo, ni me planteo desandar un camino después de haber empezado una aventura con tantas ganas, cariño y con tanta necesidad. Lo de la radio necesaria es verdad".
El tiempo del café y la charla está apunto de acabar. Xabier y Javier apuran los últimos momentos de un tiempo de compartir impresiones.
Y la última pregunta, "¿para cuándo esa entrevista que viene negando sistemáticamente a Onda Vasca?". "No lo sé porque depende de él. Pero lo hablé personalmente con Patxi López y le di las razones de por qué creo que sería conveniente que cambiara de política de comunicación. Digamos que no se cerró en banda y yo he sugerido que la hagamos antes de que acabe el año. Nosotros siempre hemos tenido la puerta abierta; es él y su Gobierno el que decide no cruzarla", aclara Xabier Lapitz.
Definitivamente, el tiempo se ha terminado, pero aún quedan unos minutos para el peloteo entre ambos. A Lapitz le admira la capacidad que tiene Vizcaíno de inventar formatos, de plasmar ideas.
Por el contrario, a Vizcaíno le sorprenda la naturalidad con la que Xabier Lapitz asumió ser la imagen de Onda Vasca. El presentador de Euskadi hoy aclara que eso pudo ser al principio, pero ahora "la imagen ya no es Xabier Lapitz, la imagen es Onda Vasca", asegura.