El programa de detección precoz de cáncer de mama de Osakidetza cumple un cuarto de siglo de andadura. A lo largo de estos 25 años, se han llevado a cabo más de dos millones de mamografías y se han detectado más de 10.300 tumores, en su mayoría en sus primeras fases, lo que ha permitido disminuir la mortalidad por esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de estas mujeres. "Es una muestra del compromiso del Gobierno vasco con la salud de todas las mujeres y de que hay que seguir trabajando en la prevención", destacó ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

El programa se puso en marcha el 29 de noviembre de 1995 en el área sanitaria de Araba y, dos años después, se extendió al resto de las comarcas sanitarias de Euskadi. Pese a que al principio estaba dirigido a todas las mujeres de entre 50 y 64 años, en 2009 se extendió hasta los 69 y en 2011 se incluyó en el cribado a mujeres de entre 40 y 49 años con antecedentes familiares de cáncer de mama de primer grado. "El hecho de que el programa haya cumplido 25 años muestra claramente que el Gobierno vasco tiene un compromiso real, a través de Osakidetza, con la salud de todas las mujeres, especialmente con aquellas que sufren esta enfermedad", destacó la consejera de Salud.

Según recordó Gotzone Sagardui, su objetivo es detectar los tumores de mama en el estadio más precoz posible "para poder disminuir la mortalidad causada por esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de estas mujeres", realizando un mayor número de tratamientos quirúrgicos conservadores no mutilantes.

El programa consiste en la realización de mamografías en ambas mamas, unas pruebas que se realizan cada dos años. La citación se realiza mediante carta, donde figura el lugar, la fecha y la hora de la cita. Los resultados de las pruebas se reciben también mediante correo postal, en el plazo de 6 o 7 días.

A lo largo de todo este tiempo se han realizado 2,1 millones de mamografías, que han permitido detectar 10.392 cánceres, en su mayoría en estadios precoces.

En opinión de Sagardui, el programa es un "logro compartido" entre las instituciones -el Gobierno vasco, el departamento de Salud y Osakidetza- y el conjunto de la sociedad. Y es que la respuesta de las mujeres es "excelente, ejemplar": los 25 años de vida del programa acumulan una participación del 80% entre las mujeres que son llamadas a realizar las pruebas, "lo que quiere decir que superamos incluso los estándares de los programas europeos".

Para realizar esta labor, el programa de detección precoz de cáncer de mama cuenta en la actualidad con una unidad de gestión, once unidades de cribado, siete unidades de valoración y seis hospitales de referencia, cuyos comités de mama, en sesiones clínicas semanales, establecen las pautas diagnóstico-terapéuticas y el seguimiento de las lesiones sospechosas. Precisamente a todos esos profesionales se dirigió también la consejera, para felicitarles "porque en esta pandemia están haciendo un esfuerzo para que este programa de cribado de cáncer no sufra ninguna alteración".

Satisfacción

Según la última encuesta de participación, de 2018, prácticamente todas las mujeres participantes consideran que el programa es necesario y sirve para su propósito; nueve de cada diez dice estar muy o bastante satisfechas tanto con la organización como con la información recibida, el trato y el personal. La inmensa mayoría de estas mujeres avanzan que volverán a realizarse las mamografías cuando sean convocadas de nuevo.