¿Qué sitio cree que merece ocupar su marca, y cómo espera conseguirlo?

-Desde principios de 2021 estamos inmersos en el plan estratégico Renaulution, una cruzada por evolucionar del volumen al valor, y pasar de ser una empresa que fabrica coches con tecnología, a una empresa tecnológica que fabrica coches. Es un viaje que nos va a llevar varios años, pero que en 2022 ya va a dar frutos concretos de los que van a poder disfrutar nuestros usuarios. El sitio de nuestra marca es el liderazgo en reputación, en todos los sentidos. En nuestros valores tradicionales de seguridad, confort, diseño y placer de conducir, pero también en sostenibilidad y en servicios de movilidad. Esas son las claves del futuro. Queremos reconquistar el corazón de los españoles en la era de la electrificación.

Su firma ha sido siempre pionera a la hora de proponer innovaciones de diseño y tecnología, entre otros ámbitos en el de la electrificación. ¿El próximo Mégane E-TECH acercará los coches a batería al gran público?

-El gran reto de la sostenibilidad es precisamente hacer asequible la electrificación para el gran público. Eso implica ofrecer las nuevas tecnologías en materia de propulsión y almacenamiento de la energía eléctrica a precios similares a las tecnologías térmicas existentes. Renault es pionera en la introducción de vehículos 100% eléctricos en el mercado hace una década, y ha avanzado en esta tecnología. Cuando nadie hablaba de eléctricos y ni siquiera existía Tesla, nosotros ya teníamos vehículos eléctricos. En aquel momento nos llamaban locos, pero eso nos ha permitido estar hoy un paso por delante. Hoy somos ya capaces de ofrecer combinaciones como las que presenta el Mégane E-TECH: 220 CV de potencia, unidos a casi 500 km de autonomía, siempre 'cero emisiones', con un posicionamiento de mercado asequible para el cliente europeo del segmento C. Algo impensable hace muy poco tiempo.