LOS coches que vienen tendrán silueta SUV y motorización más o menos electrificada. Esa es, al menos, la tendencia que vislumbra Kia para el porvenir inmediato, marcado por unas preferencias estéticas muy definidas y por una creciente sensibilidad medioambiental. Esta última razón induce al constructor surcoreano a extender a toda su gama de productos interpretaciones puramente eléctricas, además de híbridas e híbridas enchufables. Su mejor representante en ese ámbito es el Niro, que se renueva en junio; crossover compacto es uno de los pocos modelos del mercado que proponen esas tres opciones de impulsión. Antes de que finalice 2020, la oferta electrificada de Kia aumentará de cinco a quince las posibilidades de elección.

El objetivo de reducir su huella contaminante obliga al sector del automóvil a acometer una drástica transición energética. La Unión Europea ha impuesto para este año un límite a las emisiones medias de los coches de 95 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro. Para cumplirlo, y así eludir las elevadas multas previstas para los infractores, no cabe otra solución que la electrificación, en cualquiera de sus modalidades.

Kia aplica todas las modalidades conocidas. Además de versiones totalmente eléctricas, cuya difusión queda restringida por varios factores negativos (precio, autonomía y reabastecimiento), plantea alternativas motrices con hibridación. Esta puede ser convencional, con batería autorrecargable, o enchufable a la red, que permite circular brevemente en modo 0 emisiones. El mestizaje motriz consiste en coordinar la labor de un propulsor de gasolina y la de un bloque eléctrico. Se perfila como una buena solución a corto y medio plazo, a la espera de que la electrificación pura alcance un completo desarrollo.

La firma asiática va a extender a casi todo su repertorio la electrificación total o parcial. Si ahora son cinco los modelos que la utilizan, antes de que finalice el año dispondrán de ella quince productos. El grueso de dicha oferta estará integrado por propuestas de impulsión mixta, que irán llegando a distintos formatos de la gama Ceed, al XCeed y al próximo Sorento. Asimismo, el repertorio del Sportage recibe una modalidad de hibridación suave.

No obstante, la principal aportación a la gama Kia más sostenible la sigue realizando el Niro. Además de la versión 100% eléctrica, denominada e-Niro, propone una variante HEV (Hybrid Electric Vehicle) y otra PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), algo más versátiles y asequibles. Ambas lucirán a partir de junio una apariencia renovada (parrilla, grupos ópticos, paragolpes y ambientación interior), así como mejoras en su equipamiento (pantalla táctil, freno eléctrico de estacionamiento, levas en el volante, etc.).

No hay cambios significativos en sus sistemas de impulsión. El Niro coordina el motor de gasolina 1.6 GDi (105 CV) con otro eléctrico (60,5 CV), asociación que genera una potencia conjunta de 141 CV. La interpretación HEV emplea una batería de iones de litio de 1,56 kWh; obtiene un promedio oficial de consumo de 4,8 litros y genera unas emisiones de CO2 de 86 g/km. Por su parte, la interpretación PHEV recurre a una batería de 8,9 kWh, cuya aportación depara registros apreciablemente mejores - acredita 1,4 litros a los cien y 29 g/km-; además este Niro enchufable se encuentra en condiciones de cubrir hasta 68 km en modo exclusivamente eléctrico, es decir, con nulas emisiones de escape.

Kia prevé un importante auge en la demanda de estas motorizaciones que dan un respiro al planeta. Espera que el 37% de sus ventas en 2020 corresponda a coches total o parcialmente electrificados; en 2019, esa categoría supuso el 17% de las entregas.