Lejos quedan los 80, cuando junto a su hermano, David, Custo hizo un viaje a Estados Unidos que le cambió la vida, donde capturó la esencia surfera, el color y el calor californiano que plasmó en sus diseños. Al principio apostaron por camisetas divertidas, fáciles de llevar, diferentes a lo que existía en el mercado.

Cuando Julia Roberts lució una de ellas en la película "Novia a la fuga" la proyección de su trabajo se propagó a todo el mundo, después llegarían las actrices de "Friends" e incluso Jennifer Lopez en uno de sus videoclips utilizó uno de sus diseños.

Hace seis meses, la firma alcanzó un acuerdo para la producción y distribución mundial de sus prendas con la empresa italiana Velmar, una alianza que, en su momento, calificó de "histórica" y que hacía presagiar que quizá no acudiría a una nueva cita en la pasarela madrileña.

Sin embargo, la alianza con el grupo que ampara firmas como Moschino y Alberta Ferretti, "no ha cambiado nada", ha confirmado a Efe el diseñador este jueves, quien desfilará la próxima semana en Barcelona y Nueva York.

Con el nombre de "Thank you, next", Custo Barcelona da las gracias por estos cuarenta años de oficio, "no son nada", y sin pausa, mira hacia el futuro más inmediato, el próximo invierno para el que propone diseños muy tecnológico.

"Detrás de cada uno de ellos hay una investigación profunda, que realizamos en Barcelona", ha explicado el creador al tiempo que aclara que la producción se hace en Italia.

En esta nueva etapa, Custo Barcelona ha apostado por el desarrollo de nuevos materiales que se funden con diferentes texturas, y con el negro como hilo conductor.

La firma ha presentado abrigos volumétricos, "muy oversize" en los que este nuevo lenguaje experimental está presente. De Japón vienen los tejidos de este nuevo trabajo, "son los más avanzados", país en el que también se inspira el único estampado, máscaras tradicionales del teatro kabuki, que imprime en sudaderas y abrigos.

Los nuevos patrones apuestan por menos faldas y más pantalones de estética deportiva, para el día a día, un cambio radical que pone el objetivo en prendas diurnas donde la piel no queda tan al descubierto. "Se cubren piernas y escote, pero no dejan de ser sexies", añade le diseñador, antes de comenzar el desfile en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Antes, fue el momento de Fernando Claro, que lleva más de treinta años en la moda. Comenzó en su taller de Sevilla, después presentó su creaciones en la plataforma Atelier Couture y este jueves ha dado el salto a la pasarela grande con una colección opulenta y barroca coloreada en blanco y negro.

Desde noviembre de 2017, su hija Beatriz forma parte de la dirección creativa de la firma. Hasta entonces se vendían prendas a medida, "a mí me gusta el trabajo de taller", ha explicado a EFE Claro, quien asegura que su hija prefiere hacer colección".

Y este es el motivo por el que están aquí con una colección exclusivamente para bodas y alfombras rojas. El sello de casa, volúmenes, volantes exagerados y fruncidos garrapiñados, están presentes en prendas que nacen con la vocación de hacer más visible la marca. "Queremos aprovechar nuestro paso por la pasarela para ser más reconocidos".