PORQUE ayudar está al alcance de todos, las empresas vascas también se comprometen con la ayuda humanitaria que presta Acnur, la ONG dedicada a apoyar a la agencia de la ONU para los refugiados. La delegación vasca de Acnur, de la mano de la cervecera La Salve, celebró ayer un evento único en el que una cuarentena de empresas conocieron de primera mano el trabajo que lleva a cabo esta organización. Una iniciativa para alentar al empresariado local a apoyar a las personas que se han visto obligadas a dejarlo todo atrás a causa de la violencia y la persecución.

Ynés Pedraz, delegada de Acnur Euskal Batzordea, apuntó que “aprovechando que ayer era el Día Internacional de los Derechos Humanos, hemos querido recordar que hay más de setenta millones de personas en todo el planeta fuera de su hogar. Para nosotros es fundamental contar con la colaboración de empresas vascas comprometidas en la búsqueda de soluciones y proyectos que beneficien a miles de personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo”.

Tejer una red solidaria es la clave. “Necesitamos el apoyo de la sociedad civil, de las administraciones públicas, pero también del tejido empresarial. Porque tenemos que aunar esfuerzos para lograr un mundo más justo para esas personas que han tenido que escapar de sus hogares para salvar sus vidas”, indica la delegada, todavía emocionada por su reciente visita a Nigeria.

La cervecera bilbaina La Salve, con más de 130 años de historia, se ha erigido en un ejemplo de esta colaboración activa. “Hemos tejido una alianza sólida con La Salve y nos han cedido sus instalaciones y han hecho de cicerones e intermediarios para que otras empresas conozcan la triste realidad de millones de personas que se enfrentan a todo tipo de problemas en situaciones de conflicto muy peligrosas”, subrayó Pedraz. Eduardo Saiz Lekue, director de la firma, indicó que “es un honor colaborar con Acnur Euskal Batzordea y ser su partner en esta nueva aventura”. No en vano, La Salve lleva en su ADN ser la cerveza de Bilbao, una ciudad que también tiene a gala la solidaridad.

Paralelamente durante todo este mes y hasta después de Reyes, la fábrica de Bolueta acogerá una exposición que recoge fotografías de refugiados de Siria, Sudán, República Centroafricana y Mali. Con el título The most important thing pretende que el espectador reflexione ante la pregunta, “Y tú ¿qué es lo más importante que te llevarías si de repente tuvieras que huir de tu hogar y de tu país?”. “Una chica, por ejemplo, se llevaba una especie de polea. Era su bien más valioso porque era lo que le permitía transportar a sus hijos. Este tipo de realidades te golpean como un mazo”, se lamentó Ynés Pedraza.

Por ello, es imposible no involucrarse en la ayuda y protección a las víctimas de conflictos en el mundo. Un mundo en el que ya se ha alcanzado el mayor récord de desplazados y refugiados después de la Segunda Guerra Mundial