TRAS un riguroso proceso de selección que conlleva descartar a casi el 80% de los artistas que se presentan, dos creadores vascos, Conchita Artero (pintora) y Ángel Sánchez (fotógrafo) participan en el prestigioso Salon d’Automne de París, considerado la meca del arte moderno junto con eventos de la talla de la Bienal de Venecia. Este certamen -que antes de 1903 era conocido como Salón de los Independientes o de Los Desahuciados- se abre al público del 10 al 13 en los Campos Elíseos. Se da la casualidad de que ambos creadores fueron compañeros en la misma clase en el Colegio Vizcaya de Zamudio en los años 70. “Pero llevábamos más de 30 años sin vernos. Sin embargo, un día nos reunimos; ella vio mis fotografías y me animó a presentarme a este evento”, explica Sánchez.

Ya desde el lunes en la capital francesa, los dos se confiesan emocionados. “Aquí no se presentan galerías sino los artistas a nivel individual. Es mucho más auténtico. Hay un mayor contacto con nosotros y aprendes mucho”, indica Sánchez. “Me emociona ver la obra de pintores que llevo siguiendo desde hace años y alucino al comprobar que expongo junto a ellos. Además puedes intercambiar opiniones a pesar de que yo les tenía como semidioses. Y al celebrarse en los Campos Eliseos es una muestra lineal y la gente ve todas las obras”, se felicita Artero.

Los dos artistas son repetidores en esta plaza. Para Artero este será su quinto año en el Salon d’Autonme aunque ella ya ha expuesto en repetidas ocasiones en París. Su trabajo, además, ha recibido innumerables galardones y ha sido seleccionado para los Premios de Pintura Reina Sofía, así como para exponer en Art Capital con la Sociedad de Artistas Franceses. El caso de Sánchez es diferente porque, aunque ha participado en cuatro ediciones consecutivas del salón y ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, su actividad profesional está más centrada en la comunicación y el marketing.

Conchita Artero se presenta en la capital de Sena con En fin, la mer, una obra onírica que es una recreación de la playa de Berria, en Santoña, un elemento recurrente en su trayectoria plagada de ensoñaciones. “Empecé con la acuarela, luego me pasé al acrílico y pinto paisajes. Pero a mí me encanta el mar y me encanta mirar al cielo. El cielo sobremanera porque me gusta pintar la luz”, detalla.

La foto que presenta Sánchez se llama El corredor y está tomada en Bilbao, dentro de una obra que define como paisajes interiores por los que transita el alma. Desde su trabajo en varias agencias de publicidad, Ángel Sánchez ha tenido la oportunidad de colaborar con grandes fotógrafos de moda y publicidad. Y es que gracias a la fotografía, él cambia el foco del objetivo publicitario, su principal actividad, para “salir a mirar de otra manera, a descubrir la belleza, lo que me emociona o lo que me agita”, describe. “Esta foto tiene que ver con un acontecimiento especial de mi vida, y es una imagen muy intimista, sin mucho artificio”.

Dos obras y dos artistas con sello vasco en el mismo marco en el que han participado celebridades de la talla de Matisse, Cezanne, Gauguin o Picasso, y que cuenta con más de un siglo de historia dando cabida a todo tipo de expresiones artísticas en un lugar tan emblemático como los Campos Elíseos.