ES necesario que la gente sepa que el fisioterapeuta es importantísimo porque no solo curamos sino que prevenimos”, dice Fernando Maza, avalado por casi 40 años de experiencia y miles de pacientes. “Pon un fisio en tu vida, alarga la vida porque ponemos en funcionamiento muchas zonas y damos movilidad a vísceras y órganos que lo necesitan”, asegura el director y fundador de Maza Fisioterapia Osteopatía y flamante ganador del premio a toda una trayectoria profesional otorgado por el Colegio de Fisioterapeutas del País Vasco. “Al fisio no hay que ir a hacer 40 sesiones, salvo cosas gravísimas, hay que ir para ponerte a punto”, puntualiza este experto.

Con una visión global del cuerpo, sus tratamientos no pasan inadvertidos. “La gente tiene dolor y toma una pastilla, pero eso no sirve. La industria farmacológica en lo que más ha invertido ha sido en analgésicos y, sin embargo, no ha resuelto nada. Porque los efectos del analgésico duran unas horas y vuelves a recaer. Hay que ver de dónde viene el dolor y tratar eso”, sentencia este profesional que trabaja en Bilbao disciplinas como la fisioterapia, la osteopatía y la acupuntura. Exhibe una personalidad apabullante, que destaca por su humanidad y humildad, “lo importante es no venirte nunca arriba porque yo he visto de todo, desde los mayores milagros hasta los mayores fracasos”. Algunos de los tratamientos que le han reportado los mayores elogios son de fertilidad y anginas. “La fisioterapia es ciencia y como ciencia es anatomía, es fisiología, es biomecánica. Aplicando ese conocimiento, movilizas algunas áreas y ayuda en muchísimas dolencias”, resume Maza que usa diferentes técnicas. Por supuesto, también las manos que “son la herramienta más antigua de la humanidad con 2.000 años de evolución. Con la mano palpas, sientes, llegas a unas profundidades donde encuentras las inflamaciones, zonas de restricción, etcétera”.

Este especialista reconoce que lo más recurrente son los dolores musculares, ciáticas o lumbalgias. “Ahora hay muchos dolores de espalda por el estrés, la ansiedad y la angustia. Y ahí el fisioterapeuta es de gran ayuda porque cuando trabaja las fascias tanto a nivel superficial como profundo mueves las emociones, y cuando sale la emoción, esa persona se libera”. Pero Maza también ha desarrollado terapias para las cefaleas, los trastornos del aparato digestivo y los del sistema nervioso central.

El boca a oreja ha sido durante todo este tiempo su mejor slogan y aliado. “Nosotros sin los pacientes no seríamos nada. Yo todo lo que soy se lo debo a ellos”, confirma. Ahora, a punto de bajar el ritmo de trabajo con la jubilación, reconoce que ya ha transmitido sus mejores enseñanzas a los miembros de su equipo. “Les he instruido para tratar el cuerpo en su globalidad, no porque te duela un tobillo tienes que ir exclusivamente al pie, busca la causa del dolor, palpa bien y siente bien”, precisa rotundo.