Si se piensa en un mercado de abastos, el primero que viene a la memoria de muchas personas es el Mercado de La Ribera de Bilbao. “Existe desde la fundación de la ciudad. Antiguamente era donde venían las vendejeras de Txorierri y Mungialdea a vender sus viandas”, explica Asier Beato, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de La Ribera. Esa larga trayectoria es motivo para que reciba el Km0 Gastronomia Saria a la Tradición.

Diferentes guerras y cambios sociales no han podido con este centro neurálgico de Bilbao. Además, si por algo se caracteriza es por la profesionalidad de sus comerciantes. “Conocen perfectamente el producto que venden, por lo que pueden aconsejar muy bien a los clientes”, comenta Beato quien subraya la importancia de que “saben, por ejemplo, qué parte de la vaca es mejor para una receta o si es preferible que el cliente adquiera otra”.

Esos pequeños detalles son los que han hecho de este espacio un referente pero también su apuesta por la sostenibilidad. “En un supermercado, los productos están envasados. Aquí no”, destaca el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de La Ribera. “Tenemos un concepto mucho más sostenible”, apunta.

Y si se pone el foco en la calidad de los productos, no hay comparación posible. “La carne y los pescados son de aquí”, pone en valor Beato para quien “el mejor pescado siempre se encuentra en los mercados”. De hecho, “en Bizkaia el consumo de pescado es muy alto” por lo que el Mercado de La Ribera es un espacio imprescindible.

Es tal el interés y la tradición que se recogen entre sus paredes que el Mercado de La Ribera se sitúa en los puestos más altos en portales turísticos como visita obligada en la villa. “Está pasando lo mismo que en otras ciudades.

Cuando vas a Sevilla o Tenerife, ves que las tiendas de las calles principales son las mismas. La esencia de las ciudades está en los mercados. Y cada vez hay más interés”, reflexiona Beato sobre un mercado que es el símbolo de la tradición.