Como ya le ocurriera a Lady Gaga, una cosa es lucir looks futuristas o manicura bizarra, y otra muy distinta vestirte a base de solomillos, chuletas y filetes. Porque toda extravagancia tiene un límite, incluso para la cantante del momento, Rosalía, que aplaudida y criticada a partes iguales, ahora viste un bolso dorado con un adorno en forma de pene.

El bolso del artista belga Stef Van Looveren.

Los modernos y modernas nunca dejarán de sorprendernos. Bien como referentes artísticos o como personas a las que nunca imitar. Porque como bien afirma mi queridísima Cristina Rodríguez, la estilista que diseña los disfraces de Mask Singer, una cosa es marcar estilo y tendencias, y otra muy distinta cruzar el charco hacia el mamarrachismo. Hacia la estética circense. Cometer el error de fijar durante años (con elegancia) los cánones estéticos de lo que se va a lucir cada temporada, como Pelayo Díaz, para pasar a transformarte en un personaje de ti mismo, en un insoportable it boy que más que vestido va disfrazado. Basta con visualizar sus últimas entradas en redes sociales para cerciorarse de que o está desnudo (junto a su novio Andy McDougall) o muy camuflado.

Algo parecido a lo que les sucede últimamente, por cierto, a nuestros Javis del alma. A los omnipresentes Javier Calvo y, que sin necesidad ninguna de vestirse como en el carnaval de Tenerife (con todos mis respetos a la isla), sus últimas apariciones públicas son una mezcla explosiva (y costumbrista) de Paco Clavel, Rocío Jurado y David Bowie. Un totum revolutum que no les hace falta para nada, pues arte, gracia y talento les sobra. Como a Eduardo Casanova o al propio Brays Efe (Paquita Salas en la ficción), muy dados también a llamar la atención por sus outfits estrafalarios.

Aunque, sin duda, en el top estrambótico, en la mayor oda vista nunca a lo grotesco, se halla Rosalía. La cantante publicaba la pasada semana un book en Instagram con el exclusivo bolso, atención, Mini Erect Dick Bag Gold. ¡Como lo leen! Una obra erecta y dorada del artista belga Stef Van Looveren que solo se puede pedir en su web y de la que se desconoce el precio.

Se trata de una escultura, como así pretende que sea considerada el autor, hecha a mano. Y pertenece a una colección denominada Seduce Me, en la que también se pueden encontrar complementos con forma de culo o vagina.