bilbao - Ayer mismo, con la apertura del txot en Bizkaia, se presentaron los datos de la última cosecha de sidra y las características del producto que degustaremos los próximos meses.

¿Cómo describe usted la nueva cosecha?

-La cosecha de manzana ha sido muy buena en cuanto a cantidad y calidad, si bien ha caído bastante manzana del árbol debido a un verano bastante seco. Hemos producido 150.200 litros de sidra.

¿Cuáles son las principales particularidades de la sidra que se va a degustar este año?

-Son sidras que mayoritariamente estaban hechas para navidades. Su graduación alcohólica es algo más baja que en los últimos años. Son sidras muy agradables, afrutadas y con bastantes taninos que favorecen su buena conservación.

¿Están haciendo los productores de sidra vizcainos un buen trabajo? ¿Son cada vez más profesionales?

-Tratamos de mejorar de año en año con nuestra experiencia y el apoyo del enólogo de la Asociación Bizkaiko Sagardoa. La mayor parte de la producción es de Denominación Euskal Sagardoa, lo que implica mayores controles y el paso por un comité de cata profesional para su calificación.

En su opinión, ¿hacía dónde camina la producción de Bizkaia?

-La producción está estancada durante los últimos años. No aumenta la producción ni el número de bodegas. Tampoco la plantación de nuevos manzanales.

¿Cuáles son sus retos y cuáles los frenos a los que se enfrentan los productores?

-El futuro de la sidra y de la manzana está en juego en Bizkaia y se necesitan nuevos productores e impulsar el valor del producto para aumentar su rentabilidad.

En cuanto al consumo, ¿cuál es la tendencia del momento? ¿Se está haciendo hueco como bebida de consumo habitual o sigue relegada a ferias y fiestas concretas?

-El consumo está estancado y es bastante puntual en determinados eventos. Es necesario extender el consumo regular.

¿Se puede hablar de la sidra como un reclamo turístico partiendo de la existencia de actividades, experiencias y rutas relacionadas con la producción de sidra? Es uno de nuestros productos locales, y me imagino que ello supone un valor añadido. ¿Estoy en lo cierto?

-Sí, tiene un valor como reclamo turístico por ser un producto típico nuestro y estar ligado a una cultura tradicional y a la gastronomía. Esto es un valor añadido y de gran potencial, pero actualmente no está debidamente valorado en Bizkaia.