bilbao - Es de Tafalla y residente en Madrid, economista y un enamorado del cine. Explica a este diario cómo está siendo una experiencia que ha llegado al libro Guinness. Hay pendiente un bote que supera los cuatro millones de euros y que él no da por ganado: “En cada programa empezamos de cero”, señala.

Más de dos años en ‘¡Boom!’. Casi parece una relación laboral.

-Hay algunas que duran menos tiempo. Es una sorpresa para todos nosotros haber permanecido todo este tiempo. Nunca pensamos que íbamos a llegar hasta este punto. Somos muy competitivos y nos gusta jugar, pero de ahí a llegar hasta aquí.

Saben tanto del programa que hasta pueden quitarle el puesto a Juanra Bonet.

-Ja, ja, ja? Eso sería muy difícil, misión imposible. Él controla muy bien lo que hace y nadie le puede sustituir. Es cierto que hemos ganado en soltura y comodidad en todo este tiempo, estamos más sueltos que al principio.

Juanra Bonet dice que ustedes andan por el plató como Pedro por su casa.

-Ja, ja, ja? Más o menos. Es verdad que nos sentimos cómodos, muy cómodos. Es cierto que no tenemos ese miedo a las cámaras que puedes sentir los primeros días. Estamos relajados y todo sale mucho mejor, al menos para nosotros. Respecto a Juanra, imposible bajarlo de donde está, lo hace estupendamente bien y que siga por mucho tiempo.

Supongo que ni en sus mejores sueños esperaban todo esto.

-En un concurso es imposible pensar nada semejante. Dependes de tantos factores que no hay nada que te haga pensar algo así. Estamos disfrutando esta situación, es algo único en la vida, que no se va a repetir.

¿Qué esperaban de ‘¡Boom!’ al principio?

-Probarnos frente a otros rivales, pasarlo bien? Lo clásico. Valentín quería ganar un poco de dinero y aliviar su situación, todos queríamos más o menos lo mismo. Nunca pensamos que dos años y pico después seguiríamos concursando.

¿Abrumados?

-Es cierto que esto puede que nos esté sobrepasando. Lo que queremos es disfrutarlo porque sabemos que es algo que no se va a volver a producir.

Quizá no se vuelva a producir tampoco con otros concursantes.

-A nosotros, seguro que no. Pero no podemos decir que va a pasar con otros concursantes. Hemos entrado en el libro Guinness, pero como se dice en el mundo deportivo, los retos están para batirlos. Fíjate en el Roland Garros, Björn Borg había ganado seis veces y parecía imposible que alguien lo superara, Rafa Nadal ha ganado doce veces. Por eso te digo que los récords están para romperlos.

¿Se han sentido cansados o superados por la duración de este programa?

-No todo es lineal. Cuando te enfrentas a una duración como esta, influyen mucho también las circunstancias exteriores, hay cosas que te quedan pendientes fuera y a las que pueden influir esta duración. Hay épocas mejores y peores. ¿Saturación? No. ¿Cansados? Alguna vez. Pero al final seguimos adelante. Es como una montaña rusa, todas las situaciones inesperadas, esta lo es, tiene sus altibajos. De momento parece que nos está yendo bien.

¿Algún tema que se les resista?

-Muchos. Uno no puede saber de todo. Cada uno tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles. Como es un concurso en equipo, podemos contestar todo entre los cuatro, lo que no sabe uno lo puede saber otro. ¿Hay temas en los que flojeamos los cuatro? Sí, claro que puede haberlos. Donde patinamos es en música moderna, estamos un poco peces.

Cada uno de ustedes vive en un punto diferente. ¿Cómo preparan cada programa?

-Todo lo que veo y puede sugerir una pregunta a los guionistas, lo apunto. Puedo ver preguntas en televisión, en la radio o en un periódico. Lo apunto en el móvil y luego lo paso a los compañeros para que lo lean. Ellos también tienen esa dinámica y cuando ven algo también lo comparten. Tampoco es que puedas prepararlo mucho. Empezamos a fijarnos más en temas que podrían sugerir preguntas cuando ya llevábamos un tiempo concursando.

Hombres listos, ¿no?

-Ja, ja, ja? No lo sé, al principio, íbamos con lo que teníamos cada uno en la cabeza.

¿En qué concurso había participado antes?

-En Saber y ganar. Estuve también en El juego del Euromillón con Paula Vázquez, en El rompecabezotas con Juanma López Iturriaga en ETB-2, este fue al primero al que fui. En otra ocasión, participé en ¿Quién quiere ser millonario? Con Sobera.

Le gusta mucho jugar.

-Desde niño siempre me han gustado los juegos de mesa de preguntas y respuestas. Me gustan los retos.

¿Es muy competitivo?

-Mucho. De pequeño, cuando había concursos en la radio, esos que regalaban un single o una entrada de cine, yo llamaba y contestaba, me salía bien, me viene un poco de esa época. Tendría diez u once años.

¿El más listo de clase?

-No lo sé. A ver, en EGB sacaba buenas notas, luego, en el instituto, la cosa se volvió más complicada, se torció un poco el tema. Mientras no hubo que estudiar, a mí me valía con ir a clase y hacer los exámenes, entonces me valía. Cuando hubo que hincar los codos, la cosa me costó un poco más. Las matemáticas se me daban bien y en octavo llegué a sacar diez en todos los exámenes. En el instituto se complicó todo un poco, la matemáticas también, y ya no fue igual.

¿Ha cambiado mucho su vida?

-Notablemente. Antes del concurso estaba en paro, escribía mis críticas de cine en un diario, sin contrato y cobrando no mucho. No llegaba a fin de mes. Este concurso me ha dado un colchón de tiempo y de tranquilidad para afrontar el futuro. Pero también hay que hablar de la gente que te para por la calle, que te reconoce, que te sonríe, que te pide una foto? Es muy gratificante que alguien te pida grabar un pequeño vídeo para un familiar que está en el hospital.

¿No le molesta la popularidad?

-No, ahora no. Soy una persona muy tímida. A la gente le podía parecer que era un borde antes porque no saludaba, porque iba con la cabeza baja, no era porque fuera un antipático, era por timidez. El concurso me ha ayudado a sonreír, a saludar a la gente, a ser más sociable? El cambio más radical lo noto ahí, me he abierto mucho más. Ha habido cambios y han sido para bien.

Ha concursado solo y en compañía, supongo que la diferencia será notable.

-En Saber y ganar lo hacíamos cada uno de nosotros de manera individual. Tú ganas y tú pierdes. Se aprende mucho cuando compartes experiencia con otras personas, personas que apenas nos conocíamos antes de llegar a Antena 3 hace dos años y un mes.

¿Qué piensa hacer cuando Los lobos ganen el bote? Todo el mundo da por hecho que lo va a ganar su equipo.

-Eso no está nada claro. Esa posibilidad está en el aire, en la nube. Los cuatro pensamos lo mismo y hacemos bien, no nos contamos el cuento de la lechera. En el momento en el que ganemos el bote, si es que lo ganamos, te contestaré a esta pregunta, ya lo pensaremos.

¿Quiere decir que no tiene ningún capricho especial?

-Como nos adelantaron parte del premio, y no ha sido un capricho, ha sido por necesidad, me he comprado un coche. Mira, cuando terminemos el concurso, sea con bote o sea sin bote, nos vamos a ir con una cantidad más que razonable, y lo que a mí me gustaría sería viajar. Tengo muchos viajes pendientes y me gustaría hacer uno importante, a un país de América: Argentina o Estados Unidos que es la meca del cine.