bilbao- Tras aterrizar en Loiu en su jet privado, Neymar se ha trasladado en un discreto Hummer XL rosa con los parachoques dorados hasta el parking del convento de los carmelitas en Larrea (Amorebieta-Etxano). Sus amigos, los toys, vienen detrás, en un minibús que echa humo por el tubo de escape y también por las ventanas. Suena a tope el clásico forró Morena louca en versión de Forrozâo Catolé. Sufre la suspensión del minibus.

Con sus inseparables muletas, Neymar se apea del Hammer, se trepa las gafas de sol a la frente y atiende a la prensa rosa. Los de deportes deben esperar un par de horas. Desmiente rotundamente que vaya a firmar por el Madrid y también que haya fichado por Supervivientes 2020. Los rumores sobre su participacipación el carnaval de Río del próximo año, como gran estrella de una de las escolas do samba, quedan en el aire. “Uno nunca sabe qué acontecerá en el futuro. Vamos juerga a juerga, fiesta a fiesta, sin adelantar hipotéticos festivales, aunque es verdad que desde pequeño he querido jugar en el carnaval de Río. Cada día tiene su afán, su caipirinha y su siesta al sol. Con calma”, advierte la estrella del balón.

¿Por qué ha venido usted a Amorebieta-Etxano?

-Voy a dedicar todo el mes de junio a realizar ejercicios espirituales. Y me habían comentado que éste es el lugar perfecto. En realidad, me he decidido por Euskadi porque me comentó en su día un compañero del Barça que aquí es imposible ligar. Así, descanso.

¿La próxima temporada será dura?

-Seguro. He contratado un nuevo mánager. Tengo asegurados varios bolos de agosto a enero, inauguraciones de discotecas, restaurantes y cosas así. Además, me han programado la grabación de spots, sesiones de fotografía para portadas de revistas, una mini película para un videojuego? Eso, de momento. Voy tener que completar una buena pretemporada y llegar bien en forma a todo eso.

Me refería al fútbol.

-Aaaah, el fútbol. Eso. Sí. Pues a ver cuándo me recupero de esta última lesión. Luego tendré que ir al fisio, realizar un programa de recuperación específico, integrarme en el grupo, empezar a tocar balón. Ya sabes. Calculo que en Navidad estaré a tope. Justo para un par de partidos antes del carnaval. Ya me entiendes, para bajar peso y darme el garbeo por el sambódromo fino-fino. Quiiii morena louca, quiiii morena louca, vive dando a todo mundo um beijo da sua boca ? lalaralaaa..

Deje de bailotear, que hay cámaras. Y vuelva a agarrar las muletas. Lo digo por su bien. Se rumorea que cierta marca de ortopedia, especializada en muletas, le patrocina.

-No es cierto. Aunque hubo contactos. Estaban buscando un personaje de relevancia internacional y mucha presencia pública que usara muletas con frecuencia. Al final se decidieron por el Emérito. No quiero dar nombres por si acaso. ¿Sabes a quién me refiero?

Está claro. ¿Brasil volverá a ganar el Mundial pronto?

-¿Cuál?

El de fútbol.

-Aaaah, el de fútbol. Eso. Ya. Es que a mí me tira más la selección de voley playa ¿Sabes cómo te digo? Espera que lo piense ¿La selección de fútbol? ¿Sigue jugando Zico?

A ver, que juega usted.

- ¡Es verdad! Es que, como siempre me pasa algo, ya ni recuerdo cuándo he completado un torneo con la canarinha. Pero está bien eso de ir con la selección, se conocen hoteles de cinco estrellas, países diferentes, fiestas populares. Me gusta.

Como comprenderá le tengo que preguntar por ese feo asunto de la la reciente denuncia, que me lleva a pensar que esto de los ejercicios espirituales no es sino una maniobra para lavar su imagen y?.

-Nossa, nossa, assim você me mata. Ai se eu te pego, ai ai se eu te pego. Delícia, delícia. Assim você me mata. Ai se eu te pego, ai ai se eu te pegoooo.

Neymar, apoyado en las muletas, me deja con la palabra en la boca. Se arranca con el famoso hit de Michel Teló y encabeza una conga a la que se agarran su padre, los toys y el chófer del Hummer. Después de dar un par de vueltas bajo los plataneros de Larrea, se dirige a la entrada del convento. Conociendo a los carmelitas de Larrea, lo más probable es que enderecen a Neymar, aunque sea a su pesar. A pesar del futbolista.

El primero de los toys ya sale corriendo del convento como alma que lleva el diablo. Vaya. Y otro. El tercero huye llorando. Y ahora, el que escapa a toda pastilla es el padre de Neymar. Seguiremos informando.