Las pruebas de Supervivientes están diseñadas para hacerlas en la playa, rodeados de un equipo de técnicos y profesionales, con unas medidas de seguridad, por los concursantes y con una ropa adecuada. No en un plató de televisión, sin equipo médico ni especialistas, con el suelo duro y por personas que jamás se han enfrentado a algo así, y además con vestidos y calzado casi de fiesta. Porque pasa lo que pasa.

Y lo que pasa es que Belén Esteban se ha roto la tibia y el peroné de la pierna derecha por querer imitar a los participantes del reality de Telecinco. Nada más empezar el Sálvame de este lunes, el programa ha puesto a los colaboradores el reto de colgarse de los brazos de una barra metálica (cual jamón) y aguantar el máximo tiempo posible. Mientras Gema López se ha alzado con el simbólico triunfo con un minuto y siete segundos de tortura, Belén Esteban apenas ha aguantado cuatro segundos antes de caer.

Y ha caído muy mal, como ha quedado claro con sus gritos de dolor y el espectáculo que se ha formado después. Porque no había ningún médico en plató y mientras la princesa del pueblo gritaba de dolor, Jorge Javier Vázquez intentaba prolongar el espectáculo minimizando lo sucedido y, por supuesto, sin dar paso a publicidad en un momento de tanto interés. "El tobillo, me he roto el tobillo", se quejaba la madrileña, asegurando que había oído el sonido del hueso al romperse.

Finalmente el servicio médico ha entrado en el plató y ha inmovilizado y se ha llevado a Belén Esteban para efectuarle las pruebas oportunas, que finalmente han revelado que ha sufrido fractura de tibia y peroné, lo que la tendrá entre seis y ocho semanas escayolada. En principio no necesitará ser operada al ser una fractura limpia, según han confirmado en el hospital. Eso sí, el programa ha continuado como si nada haciendo que el resto de colaboradores realizara la misma prueba y en las mismas condiciones. Y en el rótulo han puesto que "ha tenido que avandonar" (con V) el programa.