Tras la primera edición suspendida en sus 65 años de vida a causa de la pandemia, Eurovisión retornará en dos meses con los motores más engrasados que nunca, pronóstico abierto y 40 canciones que, a juicio de los expertos consultados, representan una de las hornadas más potentes de su historia.

"Los artistas han intentado repetir la fórmula que les hizo favoritos en 2020 o cambiarla totalmente si no estaban bien posicionados", señala Víctor Escudero, redactor en la web oficial del festival, "ante una edición bastante movida en la que la mayoría ha escogido canciones divertidas que hagan olvidar la situación".

En efecto, predominarán los temas más dinámicos, sobre todo de corte pop y en inglés (30 de ellas, incluida Portugal), aunque paradójicamente las principales favoritas cantarán en otros idiomas y géneros como la balada o el rock.

A falta solo de Bielorrusia, forzada a cambiar su propuesta por la carga política de la elección inicial, actualmente la gran candidata de las casas de apuestas es Francia con "Voilà" y Barbara Pravi, en "una apuesta por la chanson française traída a 2021".

"Es Francia sonando a Francia, y eso es una ventaja competitiva en un concurso como este", señala José García, de la web especializada Eurovision-Spain, quien destaca además su "inmenso" directo.

OTROS FAVORITOS

En ese idioma cantará otro de los favoritos de los expertos, el suizo Gjon's Tears con la balada "Tout l'Univers". "Él traspasa solo con abrir la boca. No es impostura ni artificialidad, es verdad", apunta García.

También una balada, con un corte aún más contemporáneo, es la propuesta de Victoria, apodada la Billie Eilish búlgara. "Growing Up Is Getting Old" sustituye el torrente vocal por el susurro y tira de arreglos actuales y un timbre singular para hipnotizar, como en el caso de la rumana Roxen con "Amnesia".

Las casas de apuestas colocan actualmente en pugna por el triunfo el sonido acelerado de los roqueros italianos Maneskin, que hicieron suyo Sanremo con unas líneas de guitarra que no suelen prodigarse por el festival.

Como ellos, Finlandia también ha apostado por la electricidad roquera. No hay que perder de vista "Dark Side" del grupo Blind Channel, conocidos por los amantes del género fuera del circuito eurovisivo y con una propuesta a lo Linkin' Park, muy potente musical y visualmente.

DIVAS POP Y OTROS CANDIDATOS EN LIZA.

Siempre arriba en los pronósticos, Suecia apuesta este año por el mensaje de hermanamiento colectivo de Tusse en "Voices". "Tiene halo de canción ganadora que entra directa a la primera escucha y que es del agrado de todo tipo de públicos", destaca García.

Desde una óptica más alternativa, se mantienen fuertes otras dos candidaturas que aspiraban al triunfo en 2020. Se trata, por un lado, de los lituanos The Roop con "Discoteque", "con una coreografía pegadiza, vestuario a juego y con uno de los solistas más carismáticos", apunta.

Por el otro está Daði og Gagnamagnið por Islandia, aunque "con '10 Years' ha perdido frescura respecto al año pasado", considera García ante una edición que volverá a contar con los célebres Hooverphonic por Bélgica y su gusto por un pop más "noir" y elegante.

Cabe destacar el giro de 180 grados emprendido por Portugal, con The Black Mamba y "Love Is On My Side", soul con ramalazos de blues eléctrico que llevará a los lusos a cantar por primera vez en inglés.

Hará lo contrario Rusia, que no usaba su propia lengua desde 2009. Tras ser una de las dos grandes favoritas de 2020, cambia de idioma y de representante en favor de Manizha, que canta a la liberación femenina en "Russian woman", un corte contundente de raíces folk.

Todos estos temas son, en realidad, excepciones de una edición con multitud de aspirantes al título de gran diva pop. Entre ellas cabe destacar a la letona Samanta Tina, con su canción de empoderamiento femenino "The Moon Is Rising", a la azerí Efendi con "Mata Hari" o a la griega Stefania con "Last dance".

En esa liga se ha especializado Chipre en los últimos años y sigue con Elena Tsagrinou y "El Diablo", que a muchos recuerda a un remedo de "Bad Romance" de Lady Gaga y "Anywhere" de Rita Ora.

El suyo no será el único título que apelará al español. La única "girl band" de la edición, el trío serbio Hurricane, traerán el placer culpable de "Loco loco", mientras que la candidata de San Marino, Senhit, apostará por la "Adrenalina".

¿QUÉ PASARÁ CON ESPAÑA?

España podría correr otro año la peor de las suertes con la balada "Voy a quedarme" de Blas Cantó, quien repite candidatura tras la fallida edición de 2020. Las casas de apuestas le otorgan el antepenúltimo puesto de 40.

Para Juanma Fernández, al frente del portal televisivo Bluper, mientras países como "Letonia, San Marino y Reino Unido han aprendido de los errores del año pasado y traen canciones que les llevarán a la primera parte de la tabla", España no ha hecho bien los deberes.

"Habrá que ver de aquí a mayo los cambios que se introducen y la puesta en escena, pero creo que estará en la segunda parte de la tabla para abajo", vaticina.

De la misma opinión es Jose García, para quien "España corre el riesgo de quedarse en una candidatura solo correcta, que pasa desapercibida y se instala en tierra de nadie".

Para él, las oportunidades de mejorar los presagios pasarían por "explotar el aspecto más emocional de la candidatura, conseguir conmover a Europa y hacer de la actuación algo memorable, verdadero, orgánico, sencillo pero especial".

Escudero se aferra al optimismo. "España lleva cinco festivales seguidos entre los puestos 21 y 26, por lo que empieza a ser habitual (para las casas de apuestas) predecir que ese va a ser su puesto. Yo confío en el buen hacer de Blas y en que la canción toque más corazones en directo".