bilbao - El periodista de Onda Vasca estaba ayer feliz por el reconocimiento que ha recibido por parte de la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión de Euskadi. Lleva cuatro años en la emisora y es la voz de Athletic, un club que le enamora, aunque también es muy crítico con él en ocasiones. Lleva la pasión por el equipo vizcaino en la sangre y este galardón se lo brinda a todos los que hacen con él la sección de deportes en la radio. Lo recogerá el martes. En esta entrevista habla de la situación de su equipo de lo mucho que le alegra la subida de Osasuna a primera.

¿A que le sabe este premio?

-A gloria, estoy muy contento. Llevo cuatro años en Onda Vasca, empecé está etapa con mucha ilusión, pero me ha sorprendido que en tan poco tiempo me hayan dado este premio. Es cierto que es mucha la gente que me dice que nos sigue. Es un premio que yo comparto con todo el equipo de radio y con los colaboradores que nos acompañan. Sin ellos, este premio no existiría.

Sufrir con el Athletic a veces tiene sus recompensas.

-Trabajar con el Athletic como principal protagonista en su día a día es una maravilla, es ya un premio. Está claro que hay mucha gente que sigue a este equipo. Este premio y trabajar con el Athletic, me confirma que volver a la radio ha sido lo mejor que he podido hacer.

¿Qué hace cuando no hay fútbol?

-Descansar también yo. Ahora cojo las vacaciones y cambio un poco el chip, aunque no abandono de todo, siempre tienes en la cabeza que la pretemporada arranca en julio... Pero bajas un poco el pistón.

¿Le desilusionó que el Athletic no haya conseguido estar en Europa?

-El día del partido en Sánchez Pizjuán es de mal recuerdo, cuando el Athletic lo tenía en la mano, cuando un empate bastaba, no lograrlo me dejó una sensación tremenda. Del campo me fui al hotel enfadado y me quedé allí. Una pena, el Athletic necesita estar en Europa.

¿Puede afrontar el Athletic tres competiciones?

-Quizá, tal y como se está poniendo el fútbol, el Athletic es de los más perjudicados. Pero tiene que ir a por todo. Cuando va a Europa, es un equipo al que la gente admira pos sus características, por su filosofía. El Athletic tiene que estar en todos los frentes.

¿Cómo ha visto la temporada?

-Es que hemos tenidos dos temporadas, dos entrenadores y dos presidentes. Hubo una primera parte en la que todos nos sentimos absolutamente decepcionados, otra en la que el equipo salió muy bien del atolladero y un final que no se ha sabido rematar.

Precisamente es en lo que falla el Athletic, en el remate.

-Cierto. Y, sobre todo, fuera de casa, ese ha sido el debe del equipo. El Athletic está en construcción en estos momentos. Se tiene que nutrir de Lezama, el aficionado tiene que entenderlo y ser paciente.