Jose A. Pérez Ledo (Bilbao, 1979) es guionista y escritor, y también ha dirigido programas de televisión de divulgación científica, pero muchos le conocen y reconocen por su blog, 'Mi Mesa Cojea', uno de los clásicos de la blogosfera vasca y que este año recibe uno de los reconocimientos de DEIA a las mejores iniciativas digitales de Bizkaia. Es difícil saber si está siendo irónico o sarcástico en sus respuestas, pero no rehúye ninguna.

Es usted un hombre polifacético

-Mi auténtica profesión es la de guionista. Extrañamente, los pocos premios que me han dado son por mi faceta de divulgador científico (por los programas Escépticos, de ETB 2, y Órbita Laika, de La 2). Es un mundo extraño.

Todo empezó con un blog por el que hoy será premiado y que todavía mantiene, 'Mi mesa cojea'. A estas alturas, ¿cómo lo presentaría?

-Como un blog de humor algunos de cuyos chistes todavía hoy son graciosos. Espero.

¿De qué pata cojea su mesa?

-Te podría decir que de la libertad de expresión o algo así, pero eso sería una racionalización a posteriori, y bastante pretenciosa, además. La verdad es que el blog fue, simplemente, una vía de escape mental, como las válvulas de las ollas a presión o los curas para los católicos.

¿Cuándo y cómo empezó aquella bitácora?

-Fue culpa de El Hormiguero. Por entonces yo era guionista de ese programa. Entre otras cosas, me encargaba del monólogo que Pablo Motos hacía al comienzo del programa. Escribí un chiste bastante negro sobre los padres de Maddie McCann, aquella niña inglesa que desapareció en el Algarbe. En la lectura de guión gustó mucho, así que Pablo lo lanzó en directo. Al día siguiente, hubo un montón de quejas de espectadores, no recuerdo si también de la cadena. La cuestión es que a mí el chiste me parecía bueno y pensé: debería hacerme un blog para publicar la clase de cosas que jamás se oyen en los medios tradicionales. Así nació Mi Mesa Cojea.

Muchos los dan por muertos pero sigue habiendo blogs extraordinarios como "Cannelle et Vanille", de Aran Goyoaga, también premiada hoy, y el suyo. ¿Les ve futuro o ya solo presente, como aseguran los agoreros?

-Tiendo a dejar la adivinación para los brujos y los economistas, pero creo que siempre habrá gente que escriba blogs, como siempre habrá gente que toque el ukelele o el arpa judía, lo que no sé es si habrá quien los lea.

Pero usted no es solo un blogger: ha sido guionista, ha dirigido programas de divulgación científica en televisión y está terminando su tercera novela. ¿Con qué se queda?

-En realidad, sigo siendo todo eso: guionista, director de televisión, novelista, columnista€ La mayor parte del tiempo ni sé lo que soy. En la declaración de la Renta estoy en el mismo epígrafe de los toreros, creo que eso lo dice todo. No solo de mí, también de este país. Sobre todo, de este país. ¿Con qué me quedo? Depende del momento en que me lo preguntes. Generalmente, con lo que sea que no tenga abierto en Word en ese momento.

¿Y a qué le hubiera gustado dedicar más tiempo?

-A leer, seguramente. Y desde que soy padre, a dormir.

¿De qué va a ir esa tercera novela?

-No puedo contar mucho todavía porque las editoriales€ Ya sabes. Pero sí puedo decir que es un thriller donde algo que pasó en 1986, unos días antes del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, vuelve a emerger inesperadamente en 2019. Es una historia de ficción basada en algo que ocurrió realmente durante la dictadura y la Transición y que, todavía hoy, sigue clasificado como secreto oficial.

Blogs, televisión y, ahora, novelas. Usted en el siglo XX hubiera sido una estrella pero en el XXI parece apegado al pasado. Yo soy de los suyos, dígame que esto tiene futuro€

-La televisión tiene futuro, eso, seguro. Quizá no como la hemos concebido hasta ahora, quizá no en cadenas tradicionales, pero lo tiene. Nunca se había hecho tanta tele como ahora y, en mi opinión, nunca tan buena ni tan diversa. Respecto a las novelas, creo que no descubro nada si digo que es un negocio ruinoso para el 99,9% de los escritores, entre los cuales me incluyo. La pregunta es por qué entonces algunos seguimos escribiendo novelas. La respuesta a eso, sea cual sea, tendría que dártela un psicoanalista.

Los contenidos políticos de su blog tuvieron mucha repercusión hace unos años. Yo mismo he recurrido a algunos de sus posts. ¿Le preocupaba aquella situación€ O le divertía?

-Me preocupaba y me divertía en parecidas proporciones porque era joven y fumaba. Desde que soy mayor y no fumo, solo me preocupa. A cambio, ahora respiro mucho mejor.

El ya histórico blog de Ignacio Escolar estaba encabezado por una frase: "En aquel momento parecía una buena idea". ¿Le sigue pareciendo que fue una buena idea arrancar aquel blog?

-Sin duda. Y le diré a Ignacio que le has llamado viejo.