UNO de los datos más llamativos del censo del edificios de Euskadi es el escaso número de ascensores que existen en proporción a sus inmuebles. Según el citado registro, solo el 28% de los inmuebles destinados a vivienda tiene ascensor, un dato realmente preocupante para una población cada vez más envejecida. Con frecuencia, las personas que antes no tenían ningún problema, a causa de la edad o de problemas de salud que dificultan el movimiento, dejan de salir de casa, ven limitada su autonomía y las tareas más sencillas se convierten en retos muy complicados por culpa de las escaleras.

Para quien esté en esa situación, Bidea le ofrece la solución, empresa vasca que lleva más de 19 años haciendo accesibles los hogares de Euskadi al poner a disposición de las comunidades de propietarios diferentes soluciones a su alcance. Desde Bidea explican cómo para poner un ascensor hay dos puntos a tener en cuenta: la viabilidad técnica y la viabilidad económica. La primera depende de que se cumpla con las medidas necesarias de escalera y cabina de ascensor definidas en el código técnico de edificación (CTE). Y que el ascensor "encaje" en el edificio en cuanto a foso y huida o altura en el último piso. Dependiendo de cada caso, puede ser necesaria una expropiación de terreno (garaje o local comercial) y/o abrir un hueco en el tejado o castillete.

Esto aspecto lleva al segundo punto, la viabilidad económica. "Nuestras comunidades no son, por lo general, edificios altos con muchos vecinos, con lo que la derrama por familia en este escenario puede ser astronómica", puntualizan desde la empresa. Pero en caso de que la comunidad no pueda asumir el coste de la reforma o la colocación del ascensor es técnicamente inviable, la alternativa más habitual suele ser el cambio de vivienda. La parte negativa de esta opción es su alto coste emocional. Además, indican, no es fácil decir adiós al hogar de toda la vida, el barrio y su entorno y en ocasiones este cambio altera en exceso a nuestros mayores. "Por ello, en Bidea proponemos una alternativa muchos más sencilla y rápida, instalar una silla salvaescaleras de largo recorrido y preparada para uso comunitario. Esta solución, en la que una silla se mueve a través de un raíl fijo anclado al suelo, cumple con todos los estándares de seguridad de la normativa europea, tiene un coste muy inferior al de un ascensor, no requiere de obras y la instalación se hace en dos días", subrayan. Se trata de soluciones diseñadas para su uso por personas con movilidad reducida por lo que son sencillas, cómodas y seguras. "No hay más que sentarse, ponerse el cinturón y mediante un botón de pulsación continua, se podrá llegar a la puerta de la casa, sin esfuerzo", explican.

VARIEDAD DE SOLUCIONES

En Bidea cuentan con una amplia gama de soluciones de accesibilidad, desde sillas y plataformas salvaescaleras hasta elevadores verticales de portal.

Otra de las ventajas que ofrece es el asesoramiento integral, no solo en producto, también en normativa y trámites en materia de dependencia. Sin duda, una ventanilla única que arroja luz y tranquilidad al cliente, al ofrecerle un servicio llave en mano, que incluye desde la instalación hasta el servicio post-venta propio, ágil y eficaz.

Llama al 943630114 y solicita una visita comercial sin compromiso para evaluar la viabilidad en tu comunidad. Puede suponer la diferencia entre seguir viviendo en tu casa o no. Que nada te detenga.