Los menores de edad pueden estar más expuestos a este tipo de escenarios indeseados desde dos ópticas distintas. Entre que puedan ser víctimas de algún tipo de estafa o violencia o que puedan ejercerlo. Dentro de las casuísticas que normalmente atribuye la Ertzaintza a estas situaciones, existe también el rol de las personas agresoras, que muchas veces al tratarse del ámbito digital no tienen la percepción o la conciencia de que están ejerciendo una violencia en el mismo modo que cuando lo ejercen en el ámbito físico.

Para dar a conocer esta problemática, Basque CyberSecurity Center puso en marcha el año pasado en redes sociales la campaña En Ciber Cibersegurolas, en donde se exponían diferentes temáticas de interés como el sharenting responsable, concepto que responde a los riesgos que corre la privacidad de una persona de cara al futuro cuando un tutor, madre o padre comparte una fotografía de un menor en redes sociales o la identificación de los riesgos de hacer juegos en red, una práctica muy habitual entre las personas menores de edad. Los buenos modales en el ámbito digital y cómo identificar información falsa y bulos en la red formaron parte también de la campaña de BCSC.