En un mundo cada vez más conectado, las aerolíneas han roto barreras para ofrecer vuelos directos que recorren miles de kilómetros sin la necesidad de hacer escalas.

Los avances tecnológicos y la demanda de rutas más eficientes han llevado a la creación de vuelos ultralargos, algunos de los cuales pueden durar más de 19 horas en el aire. Estos vuelos permiten a los pasajeros cruzar continentes y océanos sin detenerse, pero también plantean retos en cuanto a comodidad y resistencia. A continuación, se examinan los vuelos más largos del mundo, el vuelo más corto y algunos consejos útiles para quienes se aventuran en trayectos aéreos prolongados.

El vuelo más largo del mundo

El récord del vuelo comercial más largo del mundo lo ostenta actualmente la ruta entre Singapur y Nueva York operada por Singapore Airlines. Este vuelo conecta el Aeropuerto Internacional de Changi, en Singapur, con el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York. La distancia recorrida es de 15.349 kilómetros, y el trayecto dura alrededor de 19 horas, dependiendo de las condiciones meteorológicas y la ruta exacta.

La aerolínea emplea un Airbus A350-900ULR, una versión ultralarga del popular avión de fuselaje ancho, especialmente diseñada para este tipo de vuelos. La aeronave está configurada para maximizar la comodidad de los pasajeros, con asientos de clase ejecutiva y premium economy, dejando de lado la clase económica regular. Además, Singapore Airlines ha adaptado su servicio a bordo, proporcionando comidas especiales diseñadas para reducir la fatiga y promoviendo el bienestar de los pasajeros durante un vuelo tan prolongado.

Este vuelo no solo es un hito en la aviación, sino que también representa una solución para quienes buscan ahorrar tiempo al evitar conexiones largas y esperas en aeropuertos. Sin embargo, el viaje puede ser agotador debido a su extensión, lo que lo convierte en un reto tanto para los pasajeros como para la tripulación.

Avión en la pista de aterrizaje con el atardecer de fondo Pexels

El segundo y el tercer vuelo más largo

El segundo vuelo más largo del mundo lo opera Qatar Airways, conectando Doha, la capital de Catar, con Auckland, en Nueva Zelanda. Esta ruta tiene una longitud de 14.535 kilómetros y toma aproximadamente 18 horas. Al igual que en el vuelo Singapur-Nueva York, Qatar Airways utiliza un avión de fuselaje ancho, el Boeing 777-200LR, para cubrir esta distancia. La aerolínea ofrece un servicio de alta calidad, con comidas gourmet y opciones de entretenimiento durante todo el vuelo, lo que ayuda a que la experiencia sea más llevadera.

En tercer lugar se encuentra el vuelo de Perth (Australia) a Londres (Reino Unido), operado por Qantas Airways. Este trayecto cubre una distancia de 14.498 kilómetros y tiene una duración de 17 horas aproximadamente. Este vuelo ha sido un cambio significativo en las conexiones entre Australia y Europa, eliminando la necesidad de hacer una escala en el sudeste asiático o en Oriente Medio. Para llevar a cabo esta ruta, Qantas utiliza un Boeing 787 Dreamliner, que ofrece una mayor eficiencia en el consumo de combustible y un ambiente más confortable, con mejor circulación de aire y menos ruido dentro de la cabina.

Pasajeros en sus asientos en la cabina del avión Pixabay

El vuelo más corto del mundo

En contraste con los vuelos de larga duración, existe un vuelo comercial que ostenta el título de ser el más corto del mundo. Este trayecto se realiza entre las islas de Westray y Papa Westray, en el archipiélago de las Orcadas, al norte de Escocia. La distancia total del vuelo es de tan solo 2.7 kilómetros, y su duración promedio es de aproximadamente 90 segundos, aunque en ocasiones con buen viento puede ser incluso menor.

La ruta es operada por Loganair, y sirve principalmente a los residentes locales que dependen de este servicio para viajar entre las islas, ya que no existe una conexión por carretera ni tren. Aunque es un vuelo extremadamente corto, es un ejemplo fascinante de cómo la aviación se adapta a las necesidades de las comunidades más aisladas.

Ventanilla del avión Pixabay

Consejos para hacer viajes largos en avión

Realizar un vuelo de más de 10 horas puede ser agotador para muchos pasajeros, por lo que es recomendable seguir algunos consejos para hacer la experiencia más llevadera.

  • Moverse regularmente: Uno de los riesgos de los vuelos largos es la inmovilidad prolongada, que puede provocar problemas circulatorios. Se recomienda levantarse y caminar por la cabina al menos cada dos horas.
  • Mantenerse hidratado: El aire en los aviones es muy seco, lo que puede causar deshidratación. Beber agua regularmente y evitar bebidas alcohólicas o con cafeína ayudará a mantener una buena hidratación durante el vuelo.
  • Elegir el asiento adecuado: Para vuelos de larga duración, elegir un asiento cómodo es clave. Los asientos de pasillo permiten mayor libertad de movimiento, mientras que los de ventanilla ofrecen la posibilidad de apoyar la cabeza para dormir. Muchos pasajeros prefieren los asientos de salida de emergencia por el espacio adicional para las piernas.
  • Vestir ropa cómoda: Es importante llevar ropa suelta y cómoda, ya que las prendas ajustadas pueden incomodar durante muchas horas. Además, se recomienda llevar una manta ligera o una bufanda para ajustarse a las variaciones de temperatura en la cabina.
  • Preparar entretenimiento: Aunque las aerolíneas suelen ofrecer entretenimiento a bordo, llevar libros, música o películas descargadas en dispositivos personales puede ayudar a pasar el tiempo más rápido.

Viajar largas distancias sin escalas es una hazaña que demuestra hasta dónde ha llegado la aviación moderna. Aunque puede ser una experiencia agotadora, con la preparación adecuada y ciertos cuidados, los pasajeros pueden disfrutar del viaje y llegar a su destino con energía.