Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea debatirán la posibilidad de restringir o prohibir la emisión de visados a turistas rusos en su reunión informal de los próximos 30 y 31 de agosto en la República Checa, que ostenta la presidencia del Consejo de la UE este semestre y se ha pronunciado a favor de esta medida para "enviar una señal clara" a la ciudadanía rusa.

En un comunicado remitido por la presidencia checa del Consejo de la UE, el ministro de Exteriores checo, Jan Lipavsk, consideró que la paralización de plano de los visados rusos por parte de todos los Estados miembros de la UE "podría ser otra sanción muy eficaz contra Rusia".

"Quiero sacar el tema de los visados para los ciudadanos rusos durante la reunión informal de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE que se celebrará en Praga a finales de agosto", subrayó el ministro checo.

Lipavsk recordó que su país "detuvo rotundamente toda emisión de visados para los ciudadanos rusos inmediatamente después del inicio de la guerra" y se mostró favorable a que todos los países de la Unión Europea sigan sus pasos.

"Fuimos los primeros en aplicar la prohibición y estamos tratando de explicar a nuestros socios que el enfoque está justificado y es eficaz. En una época de agresiones rusas, que el Kremlin sigue intensificando, no se puede hablar de turismo común para los ciudadanos rusos", recalcó el ministro.

En cualquier caso, la emisión de visados es una competencia de cada uno de los países europeos y la propia Comisión Europea ha insistido en que cada país puede denegar solicitudes si considera que suponen, por ejemplo, una amenaza para la seguridad pública, si bien pide mantener los que se concedan por motivos humanitarios, familiares o a disidentes o periodistas.

La República Checa, que desde julio hasta diciembre de este año coordina las reuniones en el Consejo de la UE, ya ha elevado esta cuestión "en repetidas ocasiones en Bruselas a nivel de primeros ministros y de ministros de Asuntos Exteriores" para tratar de coordinar una respuesta en toda la UE.

Praga considera que la paralización de los visados para los ciudadanos rusos de a pie "da una señal muy clara y directa a la sociedad rusa de allí de que el mundo occidental no tolera la agresión y la retórica de odio del régimen ruso dirigida a países libres y democráticos que no suponen ninguna amenaza para Rusia".

"Los ciudadanos de estos países deberían darse cuenta de que una política tan militante tiene consecuencias", apuntó el ministro.

El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, anunció este jueves que su país reducirá todavía más el número de supuestos en que expedirá visados a ciudadanos rusos y, a partir del 18 de agosto, impedirá la entrada de prácticamente todos los rusos que ya dispongan de visados otorgados por el Estado báltico.