Desde 2005, esta agencia de viajes independiente mantiene su compromiso por promocionar el turismo activo y sostenible que promueva la diversidad cultural y natural. Bajo lo que denominan ‘un viaje a tu medida’, ofrecen la gran aventura de sumergirse en el espíritu de los pioneros para adentrarse a descubrir el Lejano Oeste.

Conducir por las grandes autopistas o las carreteras infinitas de Estados Unidos nos trae el recuerdo de personajes de ficción rebeldes que buscaban en las rutas interminables aventuras con las que dejar atrás su pasado. Comenzando en California, el mejor punto de partida para embarcarse en esta aventura se encuentra en la ciudad de Los Ángeles

Conducir por el gran Hollywood

A menudo, bajo la sombra de otros destinos, las avenidas de la ciudad de las estrellas tienen el potencial de sorprender, dando una sensación de libertad al conducir por sus calles. Desde el Downtown con el Civic Center, Plaza Olivera, el Dorothy Chandler Pavillion y el Disney Hall, que tanto recuerda al Guggenheim de Bilbao, se llega fácilmente al gran Hollywood

El Gran Cañón del Colorado ofrece sobrecogedoras e inmensas vistas.

Una vez allí, se puede aparcar junto al Teatro Chino y recorrer las huellas de las más ilustres figuras de la cinematografía, pasear por Hollywood Boulevard y el conocido ‘Paseo de la Fama’. Saliendo por Beverly Hills y Rodeo Drive, el recorrido pasa por sus reconocidas tiendas de artículos de lujo. Antes del atardecer, nada mejor que rematar un gran día aparcando en Santa Mónica y viendo el anochecer paseando por su gran muelle

Estados de Arizona y Nevada

A partir de aquí, la ruta propone un giro radical. Al salir de la gran ciudad, el paisaje cambia repentinamente al adentrase en el Desierto de Mojave, en los estados de Arizona y Nevada. Desde la mítica ruta 66, conocida como ‘la madre de todas las carreteras’, se llega hasta el Gran Cañón del Colorado donde se puede visitar los diferentes miradores del borde sur del cañón, con sus sobrecogedoras e inmensas vistas.

Hasta llegar allí, se cruzan varios pueblos fantasmas, tiendas de empeños, campos de tiro y bases del ejército de Estados Unidos, un buffet libre de opciones para los amantes de la naturaleza, las películas de ciencia ficción o la literatura conspiranoica. Desde el Gran Cañón, pasando cerca de la impresionante Presa Hoover, una maravilla de la ingeniería, la parada obligada es la famosa ciudad de Las Vegas

El Disney Hall recuerda al Guggenheim de Bilbao.

La joya de California

Cruzar en coche el famoso letrero de neón de Bienvenido a Las Vegas y recorrer el Strip de Sur a Norte disfrutando de alguno de los espectáculos exteriores de los hoteles y llegar a la calle Freemont donde comenzó el primer ‘Las Vegas’ es algo que no se puede contar con palabras. Desde el Valle de la Muerte hasta los parques nacionales de Mammoth Lakes, Sierra Forest y Yosemite, esta ruta incluye un recorrido increíble junto a las montañas de California. 

Decenas de miradores, curiosidades, accidentes de la naturaleza y pueblos tradicionales llevan a pensar cómo aquellas personas pudieron llegar y establecerse en un territorio tan bello pero complejo. Desde allí, se emprende el camino para llegar a San Francisco, la joya de California

La mera entrada a la ciudad o el poder atravesar sus divertidas y empinadas calles como Lombard Street, para cruzar en coche el Golden Gate hasta Sausalito, ya harían que merezca la pena la ruta completa. La aventura termina en los muelles contemplando la puesta de sol en el Pacífico.

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Por los que se atreven

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