Encargado de diseñar el recorrido de la segunda etapa, Beloki cree que el paso del Tour por Euskadi servirá para difundir aún más los valores de esta tierra y recalca que se trata de una oportunidad que hay que “aprovechar y disfrutar”.

Ahora llega la carrera a Euskadi. ¿Que se puede esperar de las etapas vascas?

–La Grand Depart va a ser un espectáculo. Va a ser una maravilla. Vamos a estar a la altura como afición. Es el momento de reivindicar y de demostrar como afición cómo somos. Hablamos de respeto, de cultura ciclista, de romanticismo. Ya se ha demostrado en Pirineos, en Alpes, en la Itzulia y en otros sitios, pero creo que ahora es el momento de demostrar cómo es la afición vasca.

Y, ¿en el plano deportivo?

–Hay una primera etapa brutal, donde Pikebidea va a dejar muy marcada la carrera. Va a haber alguno que no va a ganar el Tour de Francia desde la primera etapa y hablo de los favoritos. Va a ser compleja. Quizá para los de delante no tan dura como pudiera parecer, pero va a ser un espectáculo y luego llega esa salida en Vitoria que va a ser maravillosa. Que nadie se lo tome como una penitencia. Hay que disfrutarlo a tope.

¿La organización estará a la altura?

–Lo ha hecho Dinamarca y estoy convencido de que lo va a hacer Florencia el año que viene. Estamos preparados y la valoración final va a ser buena. Siempre digo que el Tour ha venido para quedarse. Nos va a poner en el mapa a nivel mundial. Si ya lo estamos, después lo vamos a estar aún mucho más y eso tenemos que aprovecharlo a tope.

¿Quién es su favorito?

–Va a ganar Vingegaard.

¿Se atreve a pronosticar un podio?

–Lo que quiero ver es la lucha del año pasado. A ver si Pogacar tiene suerte y no se lastima esa mano. Va a llegar justito. De fuerza bien, pero la muñeca le puede traer algún quebradero que otro. Pero yo con volver a ver la lucha que dieron el año pasado, me conformo. Luego me daría igual quién gane y quién sea el tercero.

¿En qué puesto ve a Landa?

–A Mikel le veo peleando y además creo que es una lectura que debería hacer todo el mundo. Él buscará ser protagonista en casa los primeros días, intentará estar cerca de los diez primeros, pero no prometer nada. Si se mete entre los diez, pues ahí. Hay mucha gente joven y mucha gente que va a venir muy bien y no va a estar fácil.