EL Tour no es una carrera de resistencia, es una carrera de velocidad de 21 días. De hecho, el Tour lo gana el corredor que menos tiempo invierte en completar el recorrido de más de 3.000 km. En 21 etapas hay una gran diversidad de esfuerzos que los ciclistas deben superar y entre estos, los grandes puertos pirenaicos y alpinos junto con las contrarreloj individuales son los más relevantes de cara a la clasificación general, hablamos de esfuerzos sostenidos de 20’-40’. En 2012 se publicó un estudio que describió las demandas fisiológicas del Tour y por tanto el perfil de los corredores que aspiraban a ganarlo.

Los valores antropométricos medios del ganador de Tour en las dos décadas desde Indurain (1991) hasta Evans (2011) son 179 cm y 67,4 kg. Por debajo de ese peso estarían los corredores de perfil “escalador”, que también pueden ganar el Tour como fue el caso de Pantani (1998) o como ha sido el caso en los últimos años de Bernal, Pogacar y Vingegaard (todos ellos por debajo de 65 kg). El perfil del hombre Tour, del ganador de las grandes vueltas en general, ha cambiado. La tendencia a acortar las contrarrelojes e incrementar la dureza en etapas normalmente consideradas de transición han sido los parámetros que más han podido influir en el cambio. Los Alpes y los Pirineos han sido siempre duros, han sido siempre el momento clave, pero en los últimos años se han acortado y endurecido las cronos, añadido finales complicados en etapas de transición y se ha recurrido a alternativas como el pavé o caminos de tierra más habitualmente.

El hombre Tour de hoy debe ser escalador, contrarrelojista, dominar los abanicos y el pavé. Todo ello acompañado por un punto de velocidad suficiente para ir acumulando bonificaciones durante la carrera.

El último ganador de una gran vuelta con perfil tradicional fue Tom Dumoulin (185 cm y 69,9 kg, ganador del Giro 2017 y segundo. En el Tour de 2018). Basó sus resultados en la estrategia de atacar en las cronos y defenderse en la montaña de forma similar a lo que hizo Indurain. En 2020 publicaron datos de las grandes vueltas que disputó Dumoulin concluyendo que los esfuerzos clave, donde se decidió la carrera, fueron de entre 24’ y 32’ y en los que el ciclista tuvo que realizar esfuerzos de entre 5,7 y 6,0 w/kg. Conviene tener en cuenta que estos no son los mejores valores del ciclista, sino aquellos realizados en los puertos finales con fatiga acumulada durante la etapa. A pesar de todo, la carrera no se gana únicamente con los valores de potencia y por tanto no nos podemos olvidar de dos factores difíciles de cuantificar con un parámetro: el aspecto mental y la capacidad de recuperación. El primero siempre ha sido importante, pero más aún en el ciclismo de hoy, donde para ganar la general no hay que estar al 100% sólo en los Pirineos, Alpes y cronos. También en cada final complicado, pendientes de bonificaciones, viento y pavé,…

PERFIL FISIOLÓGICO DE UN GANADOR DEL TOUR

Human Performance Laboratory, Brentford, United Kingdom

En un ambiente entre 20 y 40º

PPO (Producción de Potencia Máxima): 525 W

Eficiencia bruta (GE): 23,0 %

% grasa corporal: 9,5%

Estatura: 179 cm

Peso: 67,4 kg

Masa grasa total: 6,7 kg

Masa magra: 61,5 kg

Contenido mineral óseo: 2,8 kg

ÚLTIMO GANADOR

Jonas Vingegaard

Estatura: 175 cm

Peso: 60 kg


El Tour pone al ciclista al límite tanto mental como físico con esfuerzos bajo condiciones climatológicas extremas y de todo tipo. Por tanto, la capacidad de recuperación es otro parámetro no cuantificable, pero capaz de marcar la diferencia. En 2018, Simon Yates perdió el Giro en la etapa 19 tras haberlo dominado. En 2020, Roglic perdió el Tour en la etapa 20 con una crono por debajo del nivel mostrado durante toda la carrera y Thomas ha perdido el Giro en la etapa 20 con una crono por debajo de nivel mostrado durante todas las etapas de montaña.

Por último, no podemos olvidar que el ciclismo es un deporte de equipo y por tanto, no es posible ganar el Tour sin estar rodeado de un bloque que mantenga a su líder en la posición adecuada durante la etapa, que le avitualle, que le arrope, con y sin ropa, que le reincorpore al pelotón tras un pinchazo o caída, que tire del pelotón cuando sea necesario o que tire de él en las contrarreloj por equipos… y así durante 21 etapas y más de 3.000 kms y 90 horas de carrera, carrera de velocidad, no de resistencia.

El autor es responsable de rendimiento del Lidl-Trek.