¿Qué está pasando entre Netflix y Paramount? Claves para entender la batalla por Warner Bros
La opa hostil lanzada este lunes por Paramount, valorada en unos 108.000 millones de dólares, desafía un acuerdo previamente alcanzado por Netflix
La lucha entre dos gigantes de la industria audiovisual como Netflix y Paramount Skydance para comprar Warner Bros. Discovery (WBD) abre la puerta a una mayor concentración empresarial en un sector ya dominado en EE. UU. por un puñado de grandes grupos que aglutinan cine, medios, televisión y streaming.
La opa hostil lanzada este lunes por Paramount, valorada en unos 108.000 millones de dólares, desafía además un acuerdo previamente alcanzado por Netflix para adquirir la compañía por 82.700 millones de dólares, incluyendo deuda.
Estas son algunas claves para entender la pugna para hacerse con el control de WBD, que tiene activos estratégicos en cine, streaming y televisión.
Dos ofertas muy diferentes
La oferta de Paramount asciende a 30 dólares por acción en efectivo, superando los 27,75 dólares ofrecidos por Netflix, que, por su parte, ha afirmado estar "superconfiada" en cerrar el acuerdo previamente pactado.
Sin embargo, el futuro de la operación depende ahora de los accionistas de WBD y de las evaluaciones regulatorias estadounidenses.
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Los accionistas tendrían un plazo aproximado hasta el 8 de enero de 2026 para decidir sobre la oferta de Paramount, que, si logra imponerse, consolidaría un conglomerado audiovisual más integrado, combinando producción, streaming, canales de cable y noticias, aumentando su poder de mercado.
Pero si Netflix mantiene su acuerdo, reforzaría su liderazgo en streaming, integrando franquicias históricas de Warner aunque sin incluir los canales de cable.
¿Quién está detrás de Paramount?
La opa hostil de Paramount cuenta con respaldo de fondos de Arabia Saudí, Catar y Abu Dabi, que aportarían capital para cubrir parte de los 41.000 millones de dólares en equity, complementando los 54.000 millones en deuda asegurada con bancos estadounidenses.
Además, Jared Kushner, exasesor y yerno de Donald Trump, participa a través de su firma de inversión privada Affinity Partners, que vuelve a escena con un papel decisivo en esta operación.
Según medios especializados, la combinación de capital extranjero y actores vinculados a la política marca “un giro poco habitual en operaciones de esta magnitud”, aunque queda por ver si eso genera dudas entre los reguladores por posibles conflictos de interés.
No obstante, los fondos soberanos renunciarían a derechos de gobernanza sobre Warner y no influirían directamente en las decisiones estratégicas de la compañía, según Bloomberg, limitando así su participación para evitar problemas regulatorios.
¿Qué opciones se abren tras la opa hostil?
Netflix podría modificar su oferta para hacerla más atractiva frente a Paramount, aunque la posibilidad de que WBD le retire su respaldo es limitada, dado que ambas partes ya cuentan con un acuerdo preliminar.
Pero en una opa hostil, si un ofertante —en este caso, Paramount— presenta la propuesta directamente a los accionistas, son estos quienes deciden si venden sus acciones y esa decisión es la que está ahora en revisión.
La operación requiere la aceptación de una mayoría de los accionistas con derecho a voto y también debe superar revisiones regulatorias sobre competencia y seguridad nacional.
En ese sentido, figuras políticas como la senadora demócrata Elizabeth Warren han calificado la oferta de Paramount como “un incendio antimonopolio de cinco alarmas”, advirtiendo sobre los riesgos de “influencia política, favoritismo y seguridad nacional” si la operación prospera.
Con todo, los accionistas podrían inclinar la balanza hacia Paramount si consideran que su oferta es más ventajosa, lo que podría dar lugar a nuevas negociaciones o ajustes en la operación.
¿Qué pasará con el sector audiovisual estadounidense?
La industria audiovisual de EE. UU. está dominada por un pequeño grupo de conglomerados que integran cine, televisión, canales de cable y plataformas de streaming. Entre ellos destacan Disney, Warner, Paramount, Comcast–NBCUniversal y Netflix, que controlan tanto la producción como la distribución global de contenido, generando ingresos millonarios. Por ejemplo, Disney, que también posee Hulu y ESPN, alcanzó en 2024 ingresos anuales superiores a los 90.000 millones de dólares y emplea a más de 200.000 personas en todo el mundo.