E L director catalán Agustí Villaronga vuelve a profundizar en algo que ya trató en la premiada Pan Negro (2010): la devastación moral que produce la guerra sobre los seres humanos. Incierta gloria es una historia que traslada al espectador al frente de Aragón, en 1937 concretamente. Lluís -Marcel Borràs- es un joven republicano destinado a un puesto temporalmente inactivo en un páramo desierto y que se enamorará de una enigmatica viuda, Carlana -Núria Prims-, una relación que hará tambalear no solo sus cimientos morales, sino también los de aquellos que les rodean.

Más allá de la política Pese a estar ambientada en plena la Guerra Civil, Villaronga no retrata el conflicto bélico ni plantea un debate político, va más allá: “Se centra en las emociones y sentimientos de los personajes. Y es, a través de ellos, que descubrimos las consecuencias de la guerra lejos del campo de batalla”, afirma el director en una entrevista. Basada en una novela homónima, la película se sitúa en tierra de nadie, un espacio que no acoge a los personajes sino que los siluetea en esos parajes especialmente áridos, como si fueran rayas en un desierto, y ahora también en la gran pantalla. - F. M.