BILBAO - Va a la contra del resto en cuanto a tiempo de ocio, pero también disfruta de esas jornadas que para él son su fin de semana y para los demás son lunes o martes. Le gusta que la actualidad esté presente en su programa de Onda Vasca, Euskadi fin de semana, y a la vez disfruta con esas entrevistas que nada tienen que ver con la información más puntual. Ofrece junto a sus compañeros unas horas de entretenimiento, conocimiento, ocio y relatos que a la vez que acercan la realidad del momento al espectador, también divierten.
Lleva ya una temporada trabajando los fines de semana, ¿cuál sería el balance?
-La primera temporada fue muy intensa, con momentos que puedo calificar de caóticos. Todos nos teníamos que amoldar, éramos nuevos, salvo Erika Pereda. Costó un poco que todas la piezas encajaran, que diéramos con la fórmula que nos gustaba.
Y ahora, todo sobre ruedas, ¿no?
-Sí, el desconcierto duró hasta Navidad, pero a partir de ahí, todo fue bien. Ahora el equipo está muy bien engrasado y todos sabemos lo que tenemos que hacer.
¿Se ha acostumbrado a ir a la contra del resto de las personas?
-A la fuerza ahorcan, ¿no? Claro que me he acostumbrado, a veces echas de menos tener un viernes o un sábado por la noche para salir con amigos o alargar, simplemente, una charla. Lo llevo bien y mis compañeros también.
Cuando oye eso de “por fin, viernes” al resto de sus compañeros, ¿qué cara se le queda?
-Llego los viernes por la mañana muy pronto, y en la emisora hay mucha algarabía, mucho decir eso de ya es viernes. Se te quedan mirando y dicen: Menos para ti.
¡Qué simpáticos!
-Pues sí, porque eso pica un poco. Date cuenta de que el viernes de los demás para mí es miércoles. Cuesta, pero se lleva bien porque el trabajo que hago me gusta mucho y el fin de semana es agradecido en la radio.
Veamos la botella medio llena. Los lunes y los martes usted puede hacer cosas que el resto de los trabajadores no hacen.
-Eso es verdad. Estos días tan buenos que hemos tenido, sin ir más lejos, el lunes pasado, me cogí el coche y me fui tranquilamente a darme un paseo y a tomar el sol. Es cierto que haces cosas un lunes y martes que quizá no harías un sábado o un domingo. Así que de vez en cuando surgen planes interesantes.
Hablemos de trabajo. ¿Es más relajado un fin de semana en cuanto a contenidos?
-Distribuimos las horas que tenemos en Euskadi fin de semana para contar un poco de todo. Procuramos estar muy pegados a lo que está pasando, pero reconozco que poder tener una charla con alguno de nuestros invitados de algo que no es estrictamente actualidad se agradece. Eso suele pasar en secciones como La entrevista del día o El tercer grado. Son espacios en los que procuramos escaparnos de la actualidad pura y dura. Aunque siempre, de una manera u otra, los contenidos algo tienen que ver con lo que ocurre cerca.
¿A qué hora llega a la emisora un sábado o domingo?
-Para las siete de la mañana ya estoy en la redacción. Podría de alguna manera estirar un poco más el sueño, pero prefiero hacer las cosas con calma. Se ultiman detalles, se revisa el guion que ya está hecho desde el día anterior, se cargan los contenidos de ese día en nuestra página de Facebook y entre los compañeros nos ponemos de acuerdo sobre ese detalle de última hora que quizá se nos había escapado.
Y se encuentra con que a las horas que usted transita por Bilbao, están cerrando los bares de copas.
-Sí, pero en mi camino hasta la emisora me encuentro pocos bares de noche. Sí me cruzo con la gente que se va retirando. Lo curioso es que a veces pienso que el raro soy yo por estar a tan temprana hora por la calle para ir a trabajar un sábado o un domingo, y los demás están regresando de la fiesta.
Así que ha renunciado a salir un viernes por la noche o un sábado.
-Es que no me quedan muchas ganas. El viernes suele ser el día más intenso de trabajo para los que curramos en Onda Vasca el domingo. A alguien le puede parecer una contradicción, que tendría que ser el sábado o el domingo. Los viernes son los días que tienes que cerrar todos esos flecos que pueden quedar pendientes. Así que salgo tarde y de lo que tengo ganas es de recoger mis cosas e irme a casa, tomar posesión de mi sofá y poco más.
Y el sábado, ¿también está agotado?
-Ese suele ser mi día de ir al cine, pero hay días que renuncio y también me quedo en casa.
Es usted muy cinematográfico y televisivo, ¿no?
-Bastante. Soy de los de grabar entre semana, sobre todo series, y luego llegan los ratos de relax, ese viernes a última hora o el sábado, momento de ponerme a ver todo lo que he ido grabando. Me he hecho muy casero.
Madruga el fin de semana, ¿es usted muy dormilón?
-Soy de los que en mis días libres, lunes y martes, a las ocho de la mañana ya estoy arriba, me pongo en marcha, a hacer cosas en casa. Quedo con amigos, voy al gimnasio y también me tomo todo con calma, aunque suene a vago, pero eso resulta bueno y terapéutico; estar durante un rato en el sofá haciendo zapping es algo fantástico.
¿Ha encontrado algo interesante en televisión?
-Pues no, a veces tengo la televisión de acompañamiento, mientras leo un libro, no creas que me dedico a hurgar mucho por ahí. Al final, siempre acabo viendo lo mismo.
¿Series?
-Fundamentalmente series, y en las noches de entre semana me sienta muy bien antes de irme a dormir ver El intermedio, Wyoming, que me divierte un rato.