EN Dos días, una noche, los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardanne confían en la afamada Marion Cotillard, a la que alejan de su condición de estrella, para dar vida a Sandra, una joven trabajadora víctima de una depresión que perderá su puesto de trabajo si durante un escueto fin de semana no consigue que sus compañeros directos renuncien a una paga extra de 1.000 euros con la que su fábrica compensará la eliminación de esa trabajadora. Acompañada y empujada por su marido Manu, Sandra visitará uno por uno a sus compañeros para conseguir el apoyo de al menos nueve de ellos. Una historia sobre los efectos de la inquietante crisis laboral, que más allá del drama obrero y de la inseguridad, lanza un mensaje esperanzador: que la solidaridad y la sensibilidad, aún en tiempos de dificultad, siguen tan vigentes que, incluso, son la solución. J. U.