bilbao - Es la tercera vez que se enfrenta al reto de presentar Más vale tarde, el magacín de actualidad de La Sexta que habitualmente presenta Mamen Mendizábal de lunes a viernes. Adela González estuvo en el programa en Semana Santa y, posteriormente, en junio. Ahora cubrirá las vacaciones de la periodista madrileña. Está animada y dispuesta a lidiar con los rigores del verano madrileño, aunque encantada de poder realizar un trabajo que le apasiona.
¿Nota mucho las diferencias entre este programa y otros que ha hecho en Euskal Telebista?
-Estoy acostumbrada a hacer programas de actualidad y con tertulia, pero no a este ritmo. Aunque los programas que he hecho hasta ahora han sido largos en duración, siempre han tenido un ritmo más pausado. Este es un programa de tres horas, pero que requiere mucha agilidad. Estás dando paso constantemente a un reportaje, a un directo, luego entrar en la tertulia y así continuamente.
¿Más agotador?
-Más dinámico diría yo. Pasan muchas cosas y está todo muy concentrado, quizá esa sea la gran diferencia que noto respecto a los que he hecho anteriormente. Va a ser una locura para mí, pero bendita locura. Estoy feliz.
¿Cómo cree que vivirá en Madrid durante el verano?
-Aún no lo sé, prácticamente voy a vivir en la redacción. Entro pronto por la mañana y salgo cuando termina el programa, a las ocho y pico de la tarde. Poco tiempo me va a quedar para pasar calor. Todo el mundo me dice que Madrid es horrible en agosto porque hace un calor insoportable, así que yo la parte del día me la voy a pasar a cubierto y saldré un poco por la noche.
¿Se lleva a sus niños con usted?
-No, les quiero demasiado como para hacerles pasar una tortura así; tampoco les voy a ver, así que para que ellos pasen calor a lo tonto prefiero que estén en Euskadi y puedan ir a la playa. Volveré los fines de semana.
¿Le da vértigo sustituir a Mamen Mendizábal?
-Es una gran profesional. A mí ya me gustaba cuando la veía presentando y haciendo los programas que ha hecho hasta ahora. Cuando llegas a la redacción y ves cómo trabaja, cómo enfoca y gestiona los temas, me gusta mucho más. Claro que da mucho vértigo. Es sustituir a un peso pesado del periodismo y de la cadena. Voy, ante todo, con muchísimo respeto porque ella hace un gran programa.
¿Cambian mucho los temas en una pantalla como la de Euskal Telebista y en una pantalla como La Sexta?
-La parte política cambia algo más. Obviamente, en ETB se habla de los temas que en política preocupan en Euskadi, pero luego hay una parte de temas que son universales y nos preocupan a todos.
¿Los sociales?
-Cuando hablamos de las tarifas de la luz el tema nos preocupa a todos, en Madrid, en Euskadi y en Córdoba... Temas de ecología, consumo o economía son universales. Ese enfoque lo tengo asumido y ganado porque lo conozco y lo he tratado mucho en Euskal Telebista. Sí hay una parte que cambia y te tienes que acostumbrar a que hay otra visión. La dimensión puede ser mayor pero al final es periodismo, es información, y me da tranquilidad porque sé hacerlo.
¿Está abriendo una puerta a una salida laboral en Madrid?
-Yo soy muy segurola. Fui en Semana Santa para Semana Santa. Luego me dijeron si podía volver en junio, y me fui. Me preguntaron si podía estar en verano y me voy a ir. ¿Qué va a pasar en septiembre? No lo sé. Poco a poco, ya se verá. El futuro no está en mis manos.
¿Le sorprendió que le llamaran de La Sexta?
-Tal y como están las cosas, cómo no me va a sorprender. Una cadena como La Sexta tiene muchas caras conocidas, muchas caras de cantera que están ahí haciendo reportajes, haciendo directos y que son periodistas que luego saltan a sustituir a los presentadores de programas. Me ha alegrado mucho que pensaran en mí.
¿No va a echar de menos cierta frivolidad en el programa, como podía tener en un espacio como ‘Pásalo’?
-Bueno, primero podría discrepar sobre si Pásalo era frívolo...
No siempre la frivolidad tiene que ser peyorativa, llamémoslo ‘ligero’.
-Haciendo un poco de memoria, sí, es cierto que tuvimos una etapa que era más frívola, prefiero decir que Pásalo era mucho más distendido como programa.
¿Ve más intenso su nuevo programa, ‘Más vale tarde’?
-Intenso sí, pero no que se está acabando el mundo constantemente. Se trata de dar informaciones directas, sencillas, inteligibles, pero no tiene por qué ser algo sesudo. Cualquiera que vea el programa se dará cuenta de que el lenguaje que se utiliza es totalmente llano y lo entiende todo el mundo, casi como podemos estar hablando en la calle. Es muy intenso pero relajado y distendido en cuanto a tono y lenguaje.
¿Le van a preocupar las audiencias en verano?
-Preocupan siempre: en verano, en invierno, en primavera, en otoño; a la mañana, a la tarde, a la noche... Son nuestro examen diario. También está claro que los perfiles de audiencia pueden cambiar en verano.