bilbao. Hitzetik Hortzera vuelve hoy a la parrilla de ETB-1. Una de las principales novedades que presenta este programa es su emisión en prime time, a las 22.30 horas. Ainhoa Aranburu y Marc Febrer serán los invitados de Jon Artano, presentador de este espacio, en el estreno de temporada.
Aranburu es donostiarra y hace cuatro años puso en marcha en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Iruñea la primera bertso eskola para euskaldunberris. Marc Febrer, menorquín, es uno de sus alumnos más veteranos que comenzó a aprender euskera por curiosidad y sigue progresando en la bertso eskola. En un bertso saio organizado por la bertso eskola para euskaldunberris en el que Ferrer improvisó mano a mano con Maialen Lujanbio.
"Hitzetik Hortzera es el programa de referencia para todos los bertsozales y me consta que mucha gente estaba preocupada porque hemos tardado en entrar en parrilla a causa de los recortes. Pero no abundan los productos culturales en euskara y creo que no solo hay que cuidar de ellos sino que hay que potenciarlos", señala Jon Artano a DEIA.
Los responsables de este espacio han elaborado un amplio menú para el estreno. Además de la presencia Ainhoa Aranburu y Marc Febrer, los espectadores podrán contemplar bertsos del primero de los recitales organizados en Iruñea dentro del ciclo Bertsoaroa y las mejores intervenciones de las últimas eliminatorias del campeonato de Gipuzkoa.
El programa tendrá como colofón un documento único descubierto gracias al director de la película Bertsolari de Asier Altuna. Se trata de una serie de filmaciones, inéditas hasta ahora, rodadas con un tomavistas por el mítico bertsolari Jose Migel Iztueta, Lazkao Txiki. Altuna halló varias bobinas de formato Super8, guardadas en un cajón, mientras se documentaba en el caserío donde nació Lazkao Txiki.
Jon Artano asume por segunda vez la presentación del programa más veterano de Euskal Telebista. Hitzetik Hortzera entró en la programación de ETB-1 en 1988, hace ahora 23 años. "Es una tarea en la que estás obligado a ser autodidacta. Sospecho que es más fácil conectar con el público cuanto más natural se muestre uno. Intento que los invitados que me acompañan en cada programa se sientan cómodos, y me hablen como lo hacen en la cafetería antes de entrar a plató", comenta mientras está pendiente de que no falte ningún detalle de última hora en el programa que hoy estrena temporada.
A la pregunta si es difícil para los euskaldunberris hacer bertsos, nos remite a la primera invitada del programa de hoy: "Ainhoa Aranburu, la donostiarra que hace cuatro años puso en marcha la primera bertso eskola para euskaldunberris en la EOI de Iruñea. Sostiene que es imposible que a un euskaldunberri no le guste el bertso, porque aquel que está aprendiendo un idioma se pasa el día cavilando sobre el lenguaje, sobre qué y cómo expresar. Y ahí reside el quid del bertsolarismo", explica.
"No tengo bertsolaris de referencia. En la variedad está el gusto. En la fase previa del G Puntua -el campeonato de Gipuzkoa, que se celebró en primavera- me quedé alucinado de lo que son capaces de hacer algunos bertsolaris que yo ni siquiera conocía y que, después, no han conseguido clasificarse para los cuartos de final. Son tantos y es tan alto el nivel?". El presentador está admirado de la capacidad que manifiestan los participantes que recorren Euskal Herria para competir o actuar en recitales de bertso.
El programa de ETB-1 tiene una clientela fija y variada: "Esta dirigido a todo tipo de gente. Ocurre lo mismo que con el bertsolarismo en general. No hay más que observar el público que acude a los festivales. No es fácil que una manifestación cultural seduzca a jóvenes y mayores, hombres y mujeres, por igual", asegura Artano.
El presentador de Hitzetik Hortzera señala que el bertsolarismo atrae también a los más jóvenes: "Es atractivo para los estudiantes y para las escuelas. En Hego Euskal Herria más de 15.000 chavales de más de 300 centros educativos, toman contacto con la bertsolaritza en el aula. Suele ser una hora a la semana y los alumnos están deseando que llegue esa hora. Gracias a esta iniciativa en las zonas menos euskaldunes los niños aprenden a jugar y pasarlo bien con el euskera y les ayuda a desarrollar sus capacidades sociales".