BILBAO. En los upfronts de mayo de 2009 hubo tres series que suscitaron mucha expectación. Una fue Sin identificar (The forgotten), el enésimo producto de la factoría Bruckheimer, con el rebelde Christian Slater al frente de un reparto de actores poco conocidos. En febrero, La Sexta anunció la compra de un lote en el que figuraba precisamente Sin identificar, que llegará el 4 de julio a la cadena de Mediapro para ocupar el hueco de El Mentalista, cuya segunda temporada concluyó el domingo pasado. La Sexta ha confirmado a este periódico que esta semana emitirá repeticiones de la serie que protagoniza Simon Baker.

Sin identificar ha sido uno de los fiascos de la temporada 2009/10 en Estados Unidos, donde la ABC ofrecerá su decimoséptimo y último capítulo el sábado 3 de julio. De los casi diez millones de espectadores que siguieron el estreno de su capítulo piloto en septiembre, apenas quedan la mitad, unos cinco. Y no se trata de un mal producto -ya que como todas las creaciones de Bruckheimer es más que digna- sino que ha incidido en un nicho ya explotado por la misma factoría con dos series veteranas, con repartos más consistentes y que ya tenían la aprobación de los espectadores: Sin rastro -cancelada en 2009 tras siete temporadas- y Caso abierto -cancelada este año después de otros siete cursos-. Para tratar casos de desapariciones sin resolver ya estaban la unidad del FBI que capitaneaba Jack Malone y el departamento de la Policía de Filadelfia en el que trabajaba la detective Lilly Rush. El grupo de amateurs de Chicago que lidera Alex Donovan (Christian Slater) no ha resistido la comparación y al espectador le ha chirriado que los espíritus de los asesinados ejercieran de narradores en off hasta que su caso se resolvía y podían descansar en paz. Sin identificar relata el trabajo de un grupo de aficionados dedicados a poner nombre a las víctimas sin identificar y a encontrar a su asesino. Se reúnen en cafeterías y en sus propias casas para poner en común las pistas de cada caso y trabajan mano a mano con una detective de verdad que les facilita toda la información y los puntos en los que la Policía fracasó. Alex Donovan es un antiguo policía atormentado por la desaparición de su hija y gracias a su experiencia estudia cada detalle de la muerte de la víctima para saber cómo vivía, de quién se rodeaba y cuáles eran los motivos del asesino para matarla. El grupo trabaja contrarreloj para identificar a las víctimas antes de que descansen para siempre como John o Jane Doe.

Por cierto, las otras dos grandes esperanzas del año eran FlashForward, también cancelada en su primera temporada, y Glee, que ya ha renovado hasta la tercera.