Una mujer ha sido detenida por la Policía Municipal de Bilbao por su presunta pertenencia a un grupo especializado en estafas bancarias que habría obtenido más de 40.000 euros de diferentes víctimas. También se ha identificado a dos hombres por su presunta implicación.

Los hechos tuvieron lugar en septiembre, cuando se produjo el robo de dos bolsos en un pub céntrico de la capital vizcaina. Tras las denuncias presentadas por las víctimas, una de ellas identificó a un hombre y una mujer como presuntos autores cuando se cruzó con ellos de manera fortuita en la calle, dando aviso a una patrulla de la Ertzaintza. El hombre logró huir, pero los agentes identificaron a la sospechosa, a la que se le intervino un teléfono móvil que resultó pertenecer a una de las denunciantes.

Días después, las víctimas detectaron movimientos bancarios fraudulentos hechos con su documentación, que había sido robada. En uno de los casos, la víctima sufrió la retirada de más de 3.900 euros de sus cuentas, y en otro, un reintegro de 2.000 euros en una sucursal diferente, ambos mediante la suplantación de identidad, según informan fuentes municipales.

Las pesquisas continuaron y una mujer, acompañada de un hombre, fue sorprendida el pasado 8 de octubre intentando realizar una nueva extracción de efectivo utilizando un DNI que no le pertenecía, siendo identificada como la presunta autora de las estafas. Las investigaciones posteriores, apoyadas en las grabaciones de las entidades bancarias, confirmaron su implicación en varios de los fraudes cometidos mediante este mismo modus operandi. Además, las imágenes obtenidas permitieron relacionar estos hechos con otras estafas similares registradas durante este 2025 en distintas localidades de Bizkaia.

Modus operandi

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La investigación, llevada a cabo por la Inspección de Criminalística de la Policía Municipal de Bilbao, determinó que el grupo actuaba de forma organizada y con un alto grado de especialización, combinando el robo de bolsos con el posterior uso de la documentación robada para suplantar a las víctimas y vaciar sus cuentas bancarias.

Según detallan las mismas fuentes, el grupo mostraba una planificación meticulosa y una notable capacidad para eludir los controles de seguridad bancaria, actuando en diferentes municipios y eligiendo metódicamente a sus víctimas en base a su apariencia física para poder realizar las suplantaciones de identidad.